Desde entonces, ningún medio de relevancia ha publicado las
tendencias claramente antibelicistas de la opinión pública. Para EE UU la popularidad
de una acción bélica ha descendido sensiblemente, de forma que el 50% de los
estadounidenses siguen apoyando un ataque militar contra Irán si no funcionan
las sanciones impuestas a ese país por su programa nuclear, según una encuesta
reciente. Recordemos que pocos días después de la invasión a Iraq, el 20 de
marzo de 2003, alrededor de 70% de los encuestados en Estados Unidos se
manifestaron a favor de la guerra, frente a solo 25% que opinó lo contrario.
Las evidencias de la farsa de las armas de destrucción masiva y el desastre de
la postguerra han calado en la opinión pública de EE UU desde entonces.
El porcentaje de los europeos que dice No a un ataque
asciende a un contundente 90%, según The Beirut Herald. En una encuesta
publicada de la compañía de investigaciones Deutsche Marshall Fund, solo un
cuatro por ciento se mostró favorable. Otra encuesta de finales de febrero
realizada por Shibley Telhami, determinó que el 42% de los israelíes dijo que
apoyaría un ataque contra Irán sólo si existe el apoyo de Estados Unidos. Si en
apoyo del imperio el porcentaje se encoje hasta el 19%.
Según escribe Noam Chomsky en un artículo titulado ¿Qué
intenciones tiene Irán?: “en el mundo árabe, Irán no es del agrado de nadie
pero sólo una minoría muy pequeña lo considera una amenaza. Más bien, se
calcula que Israel y Estados Unidos son las amenazas preminentes. La mayoría
piensa que la región sería más segura si Irán tuviera armas nucleares. En
Egipto, en vísperas de la primavera árabe, 90 por ciento tenía esta opinión, de
acuerdo con encuestas de la Institución Brookings y Zogby International”.
En cuanto a España, leemos en “Medios violentos” (*) que en
2008 el 72% de los españoles pensaba que el programa nuclear iraní perseguía
fines militares, y aunque ese porcentaje se haya reducido, la opinión sobre un
ataque debería acercarse al 90% en contra que se desprende de la encuesta
europea antes citada.