15/5/97/ - Süddeutsche
Zeitung, Alemania: Es recomendable hablar cada tanto con su compañero de
trabajo
Los directivos de una empresa de publicidad intentan
averiguar por qué nadie se percató que uno de sus empleados estuvo muerto
sentado en su mesa de trabajo durante cinco días sin que nadie se interesara
por él ni le preguntara qué le ocurría. Michael Messerschmitt, de 54 años de
edad, quien trabajaba como revisor de estilo en una empresa de Munich desde
hacía treinta años, sufrió un paro cardíaco en la oficina que compartía con otros
veintisiete trabajadores.
El lunes por la mañana llegó a trabajar y discretamente se
ubicó como siempre lo hacía en su cubículo reservado, pero nadie notó que no se
marchó nunca hasta que el sábado por la mañana el personal de limpieza se
preguntó qué hacía trabajando el fin de semana. Su jefe, Karl Weinachst,
declaró: "Michael siempre era el primero en llegar por la mañana y el
último en marcharse por la noche, por lo que a nadie le pareció extraño que
estuviera continuamente en su sitio sin moverse y sin decir nada. Era bastante
reservado y su trabajo le absorbía."
Un examen post mortem reveló que llevaba muerto cinco días
tras sufrir un infarto, aparentemente el mismo lunes en que llegó a la oficina.
Como era solo, nadie llamó durante toda la semana para averiguar algo sobre su
suerte. Por tanto, nadie cobrará su seguro de vida.
22/07/1998/ - Clarín,
Argentina: Insólitos modos de sobrevivencia siguen apareciendo tras la crisis
económica
Una mezcla de sorpresa, consternación
y humor causó la declaración dada por el ganador de un concurso de
"resistencia para comer". Andrés Romagnoli, de 34 años de edad y
oriundo de la provincia de Catamarca, residente en la Capital Federal desde
quince años, participó junto a nueve personas más en el Concurso "¿Cuánto
aguanta?", organizado por una prestigiosa cadena de supermercados de nivel
nacional.
Desde el primer momento llamó la atención su presencia: al
lado de nueve obesos que superaban en todos los casos los 130 kilogramos de
peso, el Sr. Romagnoli lucía casi desnutrido. Nadie entendió bien por qué
estaba participando en un concurso de resistencia para ver cuánto podía comer.
El público asistente así como los locutores del canal televisivo que cubrió el
evento en vivo especulaban que era un toque divertido que se pretendía dar al
show.
Terminado el concurso dos de los nueve participantes
debieron ser hospitalizados de urgencia debido a la enorme cantidad de comida
ingerida, uno de ellos el más obeso del grupo, de 221 kgrs. El Sr. Romagnoli,
sin prisa pero sin pausa, pudo comer 14 emparedados de jamón y queso, dos
pizzas enteras de anchoa, dos tortas de chocolate, acompañado todo ello con tres
litros y medio de gaseosa. Contento, terminado ya el evento manifestó que hace
seis meses que está desocupado, y por cuatro días estuvo sin comer preparándose
para el concurso. El triunfo, según manifestó, se lo dedicó a su familia y
"a la memoria del general Perón".
06/02/2001/ - ThaiRath, Tailandia: Original protesta con sexo
Una pareja de esposos –el Sr. Monthathip Komutcharoenkul, 29
años, y la Sra. Phuket Shinawatra, 26 años– habiendo sido víctimas de una
estafa, según manifestaron a prensa y curiosos que no podían creer lo que
veían, se encerraron en un ascensor a hacer el amor como original método de
protesta.
La pareja hizo saber que la empresa financiera Bangkok
Insurances and Financial Business, filial local de la multinacional Universal
Insurances Corporation Ltd. con sede en Atlanta, Estados Unidos, los estafó en
30.000 dólares depositados en una cuenta de ahorro especial un año y medio
atrás. Al momento de querer retirar sus fondos se encontraron con que ello no
era posible, contraviniendo lo originalmente pactado. Según dijeron a ThaiRath,
tras dos meses de infructuosos reclamos donde no encontraron respuesta positiva
ni en la compañía ni en los juzgados pertinentes, decidieron provocar un
escándalo que permitiera hacer público el hecho.
Fue así que en horas de la mañana del jueves 5 de febrero
montaron el ascensor del edificio donde está ubicada la empresa financiera –una
torre de 32 pisos– y ante los ojos atónitos de otros usuarios que entraban y
salían del mismo, se amarraron con cadenas a sus agarraderas, se desnudaron y
comenzaron a mantener relaciones sexuales.
La medida provocó indignación en algunos e hilaridad en
otros. Los medios de comunicación llegaron más rápido que la policía, quien
finalmente los detuvo por escándalos e inmoralidad en lugares públicos. De
todos modos la empresa aludida se vio forzada a reaccionar ante la denuncia de
la pareja, y al momento del cierre de esta edición había pagado la fianza para
sacarles de la comisaría donde los esposos habían sido conducidos, comenzando a
negociar "en términos amigables".
18/10/2002/ - Le
Quotidien, Senegal: Ya no se sabe quién es quién
La noche del miércoles 17 del corriente, en el destacamento
de policía del barrio de Seuil Bordon de esta capital, fue presentada una
insólita denuncia. Doudou Ndiaye, varón transformado en travesti, de 23 años de
edad, se presentó ante las autoridades policiales exhibiendo fuertes golpes en
diversas partes del cuerpo para denunciar que su conviviente, la Srta. Nafi
Ngom Keïta, de 24 años, le había maltratado.
El ofendido (u ofendida, como en todo momento pretendió que
se le tratara) manifestó que desde hace un año vive con Nafi, una joven
enfermera especializada en manejo de pacientes psiquiátricos, y de quien dijo "le da mala vida, la cela
continuamente, la engaña con otras, y además de todo eso, le pega". Según
expresaron fuentes policiales que pidieron el anonimato, fue todo un problema
redactar el acta de la denuncia presentada por Doudou Ndiaye. Le Quotidien tuvo
acceso a la misma, y efectivamente pudo constatarse que había una serie de
enmiendas cada vez que debía emplearse una marca de género. Finalmente el
escribiente policial optó por poner a/o para cada terminación, a fin de
ahorrarse problemas.
El/la ofendido/a dijo estar decidido/a a no regresar más a
su hogar en compañía de el/la agresor/a, a no ser que un juez fijara taxativamente
las responsabilidades de cada uno/a. E igualmente exigió que Nafi Ngom Keïta
fuera apercibida/o, so pena de ser detenida/o si incurría nuevamente en
cualquier tipo de agresión.
En el momento mismo de firmarse el acta por parte de el/la
denunciante en dependencias de la policía, se presentó al lugar la/el
agresora/or, quien ramo de flores en mano intentó infructuosamente convencer a
su pareja que retirara la demanda. Si bien llegaron a una amistosa componenda,
la denuncia no fue levantada por parte de el/la Sr./Srta. Ndiaye, retirándose
ambos/as de la comisaría con lujo de enamoramiento ante la atónita mirada de
los funcionarios policiales.
11/11/2004/ - El
Universal, Caracas, Venezuela: No se sabe si fue accidente o suicidio. Y si fue
suicidio, fue por error
En la mañana de ayer el servicio de metro se vio entorpecido
debido a que fue temporalmente cerrada la Línea 1, ocasionando ello un caos
vehicular de enormes proporciones en las calles caraqueñas.
Alrededor de las 06.30 AM, hora pico en que se desplazan
grandes cantidades de personas comenzado su jornada laboral, en la Estación
Capitolio cayó a las vías el ciudadano de origen colombiano Ángel Gaitán
Samayoa, de 44 años, siendo arrollado por un tren y muriendo en el acto. Los
bomberos tuvieron que trabajar por espacio de casi una hora para poder retirar
el cadáver. No están claras aún las circunstancias del hecho. Testigos
presenciales afirman que el amontonamiento sobre el andén hizo que Ángel
perdiera pie al ser empujado casualmente por alguien cuando llegaba el tren.
Pero según declaraciones dadas a este diario por una persona
de sexo femenino que dijo conocer al occiso, vecina de él en el barrio 23 de
Enero y quien pidió el anonimato para brindar su testimonio, el Sr. Gaitán se
quitó la vida tras haber recibido el resultado de una prueba de VIH-SIDA.
Aparentemente, según las declaraciones que este periódico
pudo recoger, un mes atrás varios vecinos del referido sector se sometieron a
esta prueba diagnóstica, y la ahora víctima fatal habría salido con resultado
positivo. Ante la desesperación, y sabiendo que la Empresa de Metro paga un
seguro de vida a la viuda supérstite, habría optado por suicidares, dejando así
asegurados a su mujer y a sus cuatro hijos.
Reporteros de El Universal continuaron la investigación en
el transcurso del día y encontraron que el centro diagnóstico donde el Sr.
Ángel Gaitán se realizara la prueba habría tenido un error, intercambiando los
nombres de los examinados, cosa que jamás aceptó reconocer el personal del
laboratorio. Por lo tanto, de haber sido un suicidio, el mismo habría tenido
lugar por error.
22/06/ 2005/ - Ayna,
Azerbaiyán: Cuidado con dormirse
Bakú, 22/6/05. El señor Rasim Musábeyov, trabajador de una
empresa de mudanzas en la localidad de Siyazan, no olvidará nunca en su vida la
tarde del 16 de junio del 2005 y los tres días que a partir de ella le tocaron
vivir.
Habiendo sido contratada la compañía donde él trabaja para
realizar la mudanza de un laboratorio de análisis y tratamiento de insulina
desde Siyazan hacia la capital, Bakú, junto a otros tres empleados se dedicó
durante el transcurso del día jueves 16 de junio a mover y cargar en dos
camiones todo el material que debía transportarse.
De acuerdo a lo que él mismo relatara luego, el mismo día
16, cuando ya estaba casi todo listo y sólo quedaba por acomodarse una
refrigeradora industrial, quiso hacer una broma escondiéndose en la misma. A
último momento autoridades del laboratorio decidieron que esa refrigeradora no
sería llevada a Bakú sino que quedaría en la cámara frigorífica de Siyazan.
Oculto en el aparato –de más de dos metros de altura por un
metro y medio de ancho y uno de profundidad–, seguramente cansado por el
esfuerzo realizado, cayó dormido. Sus compañeros, al notar la ausencia, según
pudo reconstruirse posteriormente, optaron por no darle importancia al asunto,
y procedieron a acomodar el aparato en la cámara fría tal como les fue
indicado.
Maldiciendo la repentina desaparición de Musábeyov, pero no
pudiendo hacer nada al respecto dada la responsabilidad de ponerse en marcha
para terminar con el trabajo, dejaron ubicada la refrigeradora en el lugar
establecido y salieron rumbo a Bakú con ambos camiones cargados. Cuando el
señor Musábeyov despertó e intentó salir de su improvisado escondite, descubrió
que la refrigeradora estaba dentro de una cámara fría a 30º C. bajo cero.
El que fuera su escondite para su "travesura" pasó
a ser su salvación para no morir congelado. Dado el proceso de presurización de
la refrigeradora en que durmió su larga siesta, el frío ambiente no lo mató.
Pero tuvo que esperar ahí dentro tres largos días hasta que el lunes por la
mañana la misma fue abierta y se le descubrió en su interior, deshidratado y
acalambrado. Prometió Rasim Musábeyov que nunca más dormiría una siesta en
horas de trabajo.
26/12/2005/ - Nuestro
Diario, Guatemala: Muertos solidarios: un cadáver ayudó a cambiar una llanta
Los jóvenes Abelino Chicará y Pascual Toj Tzum, de la aldea
Guapinol, municipio de Chichicastenango, departamento del Quiché, vivieron una
Navidad que no olvidarán jamás en su vida.
El mismo día de Navidad falleció en esa aldea el Sr. Orlando
Ixquiac, familiar lejano del primero de ellos. Para cumplir con la última
voluntad del difunto, se decidió transportar el cuerpo al sitio donde pidió ser
enterrado: Llanos del Pinal, una comunidad vecina a la ciudad de
Quetzaltenango. No encontrándose otro medio para hacerlo más que el traslado
del ataúd en un pick-up guiado por los jóvenes mencionados, el día 25, en horas
de la tarde, emprendieron el viaje.
Según lo relatara posteriormente Toj Tzum, de 22 años de
edad –conmocionado aún por lo vivido–, ya entrada la noche al atravesar el
túnel de Zunil pincharon una llanta. Como llovía torrencialmente en ese
momento, quiso la providencia que el vehículo quedara bajo el túnel en el
momento en que llegaban casi al final del mismo. Eso les permitió trabajar sin
mojarse para cambiar la rueda. Pero ni bien comenzaron la tarea, se encontraron
con que la llave que llevaban estaba gastada y no permitía quitar los
correspondientes tornillos.
De noche, lloviendo, y en día de Navidad, desesperaban ya
los dos jóvenes sin saber cómo resolver el problema, agravado por la urgencia
de transportar el cadáver. En esas circunstancias apareció un mecánico sin que
supieran de dónde, quien solícitamente se prestó a ayudarlos. En un santiamén,
de acuerdo a lo relatado por Toj Tzum, el desconocido cambió la llanta,
negándose luego en forma tajante a continuar con ellos, rechazando el
ofrecimiento de ser transportado pese a la torrencial lluvia.
Sin insistir demasiado, los dos jóvenes continuaron su
marcha. La sorpresa mayúscula la tuvieron en el punto de destino, en Llanos del
Pinal. Ni Pascual Toj Tzum ni Abelino Chicará aciertan a explicar por qué el
cajón de muerto llegó vacío.
Tomado del
libro de cuentos “Rubicunda”, Ediciones Armonía. Estocolmo, Suecia, 2012.