Especial para La Página |
Cualquier estudiante inteligente, dice el brillante
Samuelson, desearía conocer cuáles son los principios de la Economía Moderna.
Mexico |
1- No abordar los fenómenos sociales sólo a través de la
medida del dinero. El dinero es un espejismo. En donde hay dinero, pensamos,
hay consumidores y hay productores. La realidad difiere de este axioma.
En donde hay dinero no siempre hay empresas o personas que
valoren nuestra oferta. En muchas ciudades viven empresarios acaudalados o
profesionales que no están dispuestos a invertir su capital en tales o en
cuales productos, servicios o procesos.
2- No existe una economía global en sentido estricto
(contrariando a Smith, a Mill, a Keynes, a Marshall, a Pigou y apoyando a los
"institucionalistas"), sino una economía diversificada, salpicada,
relacionada y conectada por las tecnologías de la información y de la
comunicación.
Si pensamos que el mundo está estandarizado, pasaremos por
alto las diferencias psicológicas de cada país (divergencias etnológicas, tan
en boga hoy, según los estudios de Ries and Ries), de cada ciudad o de cada
zona geográfica.
El comercio internacional ha demostrado que los viejos
paradigmas de los empresarios, intactos, destruyen empresas. Que chinos,
argentinos, peruanos o italianos vivan en las Redes Sociales, no significa que
se comportan similarmente.
No todo el mundo busca un Camaro, una casa de $700,000
dólares o una Mac (ver La cultura de la satisfacción, de John Kenneth
Boulding).
3- La cantidad de dinero percibido, ganado o ahorrado, no
nos dice nada sobre el verdadero poder adquisitivo de las personas. Las
personas están dispuestas a gastar más si ganan más dinero, pero no
proporcionalmente (la economía moderna sigue usando algunas ideas de nuestro
dilecto J. E. Mill).
Si hoy gano cien dólares tal vez quiera gastar diez dólares
en diversiones, pero esto no significa que si gano mil dólares querré gastar
cien dólares en hilarantes actividades.
4- No existen las simetrías o las equivalencias en los
mercados (ver las teorías de Stiglitz sobre la información asimétrica). Que
haya mucha demanda no significa que hay mucha oferta, y viceversa.
Que haya mucha mano de obra no significa que hay mucha
productividad. Que haya mucha inversión no significa que hay mucha ganancia.
Las innovaciones, la tecnología, los procesos y el
"expertise", han provocado que pocas personas generen muchos
servicios o conocimientos o que pocos consumidores (el Estado, por ejemplo)
compren la mayor parte de los stocks (bonos, dinero, trabajo y productos).
5- Las personas no usan sus salarios sistemáticamente. Si
tengo cien pesos y decido gastar veinte, no significa que los ochenta pesos
restantes irán a parar al banco o a una caja de ahorro. Los economistas saben
que hacer estas deducciones genera problemas, incertidumbre, pesimismo o
espejismos. La crisis del 29 nos enseñó mucho.
6- El auge de la economía se debe a la producción de bienes
duraderos, no a la producción de bienes de consumo. ¿Qué significa lo anterior?
Significa que el dinero está del lado de las casas, de los coches o de los
servicios, bienes pensados para solventar el caos que bondadosamente nos regala
el Largo Plazo.
Teniendo en cuenta los anteriores puntos, nuestra publicidad
o nuestra estrategia se hace más comprensiva, menos imperativa, más realista, y
por ende, más efectiva.