“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

15/12/12

Recordando a Raymond Williams / Uno de los pensadores marxistas británicos más destacados de la postguerra

Raymond Williams
✆ Leandro González de León
Andreu Coll Blackwell

Estas páginas plantean una serie de problemas que, a mi parecer, los sujetos de la emancipación colectiva deben de tener muy presentes para reconstruir sus idearios en el umbral del tercer milenio, después de las derrotas y de los fracasos del siglo XX. Aprovechando que se cumplen diez años de la muerte [N del E: Actualmente serían 24 años] de Raymond Williams (1921-1988), he creído oportuno homenajear a este testigo excepcional de nuestro siglo haciendo una revisión de los problemas que acordó en los últimos años de su vida.

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Problemas que ensombrecen más, si cabe, las perspectivas de conseguir una humanidad justa en un planeta habitable. Me estoy refiriendo a la manipulación informativa, a la mercantilización de la cultura y a los nefastos efectos antropológicos que la industria audiovisual puede ocasionar al estar controlada por grupos de poder intrínsecamente antidemocráticos. Estos n u e v o s problemas son los que, a mi juicio, dificultan la tarea de construir respuestas colectivas a los viejos problemas. Raymond Williams supo acotar sus análisis con rigor e intentó vislumbrar soluciones —siempre relativas y parciales— con humildad y cautela.

Raymond Williams (1921-1988) fue, con toda seguridad, uno de los pensadores marxistas británicos más destacados de postguerra. El valor de su trabajo intelectual viene aumentado —al igual que el del resto— por haber conseguido desarrollarlo en un clima social y cultural poco favorable a las investigaciones de inspiración marxista. Se daba una enorme hostilidad hacia la producción intelectual de los investigadores de izquierda en la universidad británica de los años de la guerra fría. Si a esto unimos la hegemonía del laborismo —y en menor medida el stalinismo— entre el mov imiento obre ro británico y su carencia de re f e rentes culturales propios, se entenderá mejor el valor político-cultural de las obras de autores como Williams . La obra de Raymond Williams es, a la vez, muy prolífica y temáticamente muy variada. «Existen tal vez cinco regiones principales en la obra de Williams, que son contiguas pero diferenciadas. Primero están sus obras sobre dramaturgia. Segundo, su crítica literaria […] Tercero, están sus novelas y su teatro […] Cuarto, sus ideas estrictamente políticas […]». En efecto, Williams centró la mayor parte de su trabajo en el estudio y la crítica de la novelística inglesa y de la dramaturgia británica y continental2 —a lo que responden títulos como Drama from Ibsen to Brecht (1968), Drama in Performance (1968), The Country and the Citty (1973), The Pelican Book of English Prose (1969), The English Novel from Dickens to Lawre n c e (1970), Orwell (1971). Así mismo, escribió algunas novelas —Border Country (1960), Second Generation (1964), Loyaltyes (1984)— y piezas de teatro —Koba (a finales de los años cincuenta).

Otro bloque lo forman una serie de obras de análisis del desarrollo cultural y político de la sociedad británica —destacan Culture and Society (1958), The Long Revolution (1961), Communications (1962), May Day Manifesto (1968).

La última parte de su obra, sobre la que versará este trabajo, es la centrada, desde un punto de vista más general y teórico, en los conceptos fundamentales de la crítica cultural marxista, en la organización de la cultura en los estados capitalistas —y la influencia que sobre ella ejercen los medios de comunicación social— y la importancia que el monopolio de la producción cultural tiene para el mantenimiento del dominio clasista en las sociedades del capitalismo tardío.