- “El patrón de medición de los logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada de un modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión general” / István Mészáros
Especial para La Página |
Parafraseando al filósofo húngaro, el Presidente Chávez dio inicio al primer
Consejo de Ministros de lo que él denominó
“el nuevo ciclo de la revolución
bolivariana, golpe de timón”, asumiendo autocríticamente la necesidad de
corregir el rumbo del proceso para enfocarse en lo esencial: viabilizar la
construcción de la democracia socialista,
participativa y protagónica.
Reafirmó “la esencia absolutamente democrática del socialismo”. “Mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital, de las élites capitalistas. El socialismo no, el socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico” dijo. Para que no quedara dudas sobre su apreciación autocrítica señaló: “…las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de las comunas, que es mucho más importante en este momento que las mismas comunas: la cultura comunal”.
Reafirmó “la esencia absolutamente democrática del socialismo”. “Mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital, de las élites capitalistas. El socialismo no, el socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico” dijo. Para que no quedara dudas sobre su apreciación autocrítica señaló: “…las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de las comunas, que es mucho más importante en este momento que las mismas comunas: la cultura comunal”.
Estas reflexiones son parte del testamento político de nuestro
Comandante. En ellas alerta sobre el riesgo de perder la revolución si
perdemos la batalla por la construcción
de un auténtico Poder Popular autogestionario, democrático, intercultural y plural. Que nazca de la
insurgencia de una contracultura comunal emancipadora, basada en la solidaridad y en la vida en común
autogestionada, radicalmente opuesta a la cultura individualista liberal
burguesa.
El Estado revolucionario debe acompañar y estimular, a
través de políticas públicas, la consolidación del autogobierno comunal, para
que este se articule con el Plan de la Patria, fortaleciendo su capacidad de
control social a la gestión pública, gobernando con un enfoque territorial y
abandonando las prácticas clientelares y antidemocráticas de la cooptación, el sectarismo y el tutelaje burocrático sobre los Consejos
Comunales, para abrirle cauce a una constituyente comunal que impulse la autogestión de que habla Mészáros.