pensadores verdaderamente originales.
Adicionalmente, en los últimos años, y de forma paralela, se ha desarrollado lo que podríamos denominar con justiciaun pequeño pero auténtico cuerpo de literatura sobre la influenciay alcance que ejercieron las ideas de uno sobre las ideas del otro. Roncaglia,en el capítulo VI de su ya clásico libro, y Davis, en su artículo pionero de 1988, han sido los primeros en proponer sin ambigüedades y de forma explícita lo que ellos creen un claro vínculo, mostrando que “el desarrollo del análisis del lenguaje ordinario [...] iniciado en buena medida por Wittgenstein, está de algún modo relacionado con las posiciones filosóficas implícitasdel artículo de Sraffa de 1926,”3es decir, proponen una unidireccionalidad en la influencia de Sraffa a Wittgenstein.
Desde entonces, han continuado apareciendo de forma regular
artículos sobre el tema, tanto proponiendo influencias desde Wittgenstein a
Sraffa (Andrews [1996]), como al contrario (Davis [2002], Sen [2003]), o
simplemente analizando puntos comunes de sus pensamientos (Marion [2005]). Sin
embargo, hasta donde yo sé, no ha habido nadie que haya analizado lo que, a
simple vista, debiera haber sido el punto más obvio e inmediato a analizar de
estos dos pensadores: las posibles semejanzas entre sus obras más célebres, el Tractatus
Logico-Philosophicus (Tractatus de ahora en adelante) por una parte y el Producción
de Mercancías por Medio de Mercancías (Producción de ahora en adelante) por otra.
De hecho, en la literatura ha habido una tendencia a hacer exactamente lo
contrario, enfatizando las semejanzas entre el Producción y la última filosofía
de Wittgenstein, expresada últimamente en las Investigaciones Filosóficas, dejando
el Tractatus al margen.
La estructura del artículo por tanto se ciñe a este
propósito. Primeramente haré un breve resumen del análisis lógico del Tractatus,
para a continuación evaluar la relación entre Sraffa y Wittgenstein, desde su
primer encuentro en Cambridge hasta la muerte del último. A pesar de la muy
exigua correspondencia que ha sobrevivido, esposible bosquejar un cuadro de su relación
en donde sus líneas más generales aparezcan claramente definidas. A continuación,
señalaré las afinidades entre el Tractatusy el Producción, centrándome en la
parte lógica de ambos, mostrando por una lado que la lógica que preside a la
mayoría de los modeloseconómicos que se realizan hoy en día es defectuosa (los
modelos neoclásicos), y por otro lado que no hay razón, según cree la
literatura, para ligar Tractatus con economía neoclásica e Investigaciones
Filosóficas con el resto, pues hay también muy buenas razones (de hecho,
mejores) para creer que las verdades últimas y el propósito místicodel Tractatus
(y por consiguiente el sistema de Sraffa en su conjunto)son precisamente
bastante contrarias a todo el armazón lógico de la economía neoclásica.