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Foto: Thomas Piketty |
Javier Doménech | Es
el nombre de moda: Thomas Piketty. Publicó en francés el libro
Le capital au XXIe siécle (
El capital en el siglo XXI), título
susceptible de evocar la obra magna de Karl Marx,
El capital. Y de casi comunista han tratado a Piketty los
conservadores estadounidenses cuando ha aparecido la traducción del libro al
inglés, y con ello sus tesis han hecho irrupción en el debate mundial. ¿Qué
tesis? La de que el sistema capitalista se ha demostrado bueno para crear
riqueza, pero que lleva en su ADN el aumento creciente e imparable de las
desigualdades sociales, algo que le sería intrínseco y que solo fue disimulado
por determinadas circunstancias históricas durante parte del siglo XX (las dos
guerras mundiales y cierta fiscalidad luego cuestionada). Cerrado el paréntesis,
la brecha regresa a la tendencia expansiva. En expresión sintetizadora de Paul
Krugman, Piketty nos advierte de que nos encaminamos hacia una sociedad
dominada por la riqueza, mucha de ella heredada, más que por el trabajo.
Según los cronistas, lo que convierte en especialmente
relevante el libro de Piketty es