El
objetivo último de Estados Unidos y la OTAN es dividir (balcanizar) y pacificar (finlandizar)
el país más grande del mundo, le Federación Rusa, e incluso establecer un clima
de eterno desorden (somalización) en
ese vasto territorio o, al menos, en una porción de Rusia y el espacio
postsoviético, tal como se viene haciendo en Oriente Medio y el norte de
África. La futura Rusia –o las varias futuras Rusias–, una pluralidad de
estados debilitados y divididos, a la (o las) que Estados Unidos y sus aliados
de la OTAN ve (o ven) en declinación demográfica, desindustrializa- ción,
pobreza, sin ninguna capacidad de defenderse y con unos recursos que están ahí
para ser explotados.
El imperio y su plan de caos en Rusia
Hacer pedazos la Unión Soviética no ha sido
suficiente para Washington y la OTAN. El fin último de EEUU es prevenir el
surgimiento en Europa y Eurasia de cualquier alternativa capaz de desafiar la
integración Euroatlántica. Por esta razón, la destrucción de Rusia es uno de
sus objetivos estratégicos. Los objetivos de Washington estaban vigentes y
funcionando durante el conflicto de Chechenia.
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