"Expone su trabajo, su escritura y las
correcciones que hacía a mano", explicó sobre las alrededor de 7.000
páginas que ya han sido subidas a la red y están clasificadas por materias:
relaciones con la Universidad Hebrea, trabajo científico, vida personal, vida
pública y el pueblo judío.
El objetivo es colgar en la red toda la obra,
documentos personales y correspondencia de un hombre que revolucionó la ciencia
del siglo XX con teorías, como la de la relatividad, que siguen en pie hasta el
día de hoy. "Hoy lanzamos un proyecto que nos permite exponer al
público los tesoros del conocimiento. Einstein dejó el archivo para darlo a
conocer al mundo y lo hacemos de la mejor manera posible: en la red",
subrayó Ben Sason.
Las cartas
Entre los papeles del científico, una carta de los años 40
al palestino Azmi El-Nashashibi, editor del periódico 'El Falastin', en la que
propone una original solución al conflicto entre árabes y judíos. También está
una carta a la comunidad judía de Berlín en la que explica las diferencias
entre la "religión judía" y el "nacionalismo judío", un
discurso sobre recaudación de donaciones para el movimiento sionista, y sus
relaciones con la Universidad Hebrea, que él ayudó a fundar entre 1918 y 1925.
El físico Hanoch Gutfreund, presidente del Comité Académico
de los Archivos de Albert Einstein, explicó que la relación del científico con
la Universidad fue "muy profunda". De hecho, con sólo teclear en el
buscador el nombre de la institución jerosolimitana salen a la luz más de 5.000
referencias. Una cifra parecida de páginas de las que son publicadas sobre su
vida y correspondencia personal, con picantes cartas a sus amantes, faceta
menos conocida del científico judeo-alemán. En este último caso se trata de una
correspondencia publicada por primera vez en 2006, 20 años después de que
falleciera la hija que su segunda esposa tenía de un anterior matrimonio.
La edición en papel
Hasta finales de 2012 serán subidos al nuevo sitio de
internet unas 80.000 páginas, en una iniciativa en la que participan la
editorial de la Universidad de Princeton, que publica en papel los
trabajos del investigador fallecido en 1955, y el Einstein Papers Project (EPP)
del Instituto Tecnológico de California, que los edita.
Ambas instituciones académicas estadounidenses, así como las
asociaciones de amigos de la Universidad Hebrea y las distintas embajadas de
Israel se han sumado al lanzamiento del nuevo sitio con actos públicos por todo
el mundo para festejar la "democratización" de este legado, en
palabras del filántropo británico Leonard Polonsky.
Veterano de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Polonsky
aludió a la capacidad destructiva de la humanidad y el incalculable daño
causado al saber por guerras y todo tipo de inclemencias. "Nadie
habla nunca de lo que ocurrió a las bibliotecas de Hiroshima y Nagasaki
(arrasadas por sendas bombas atómicas en 1945)" y mencionó también el
fuego que en el siglo I acabó con la mayor sede del saber del mundo antiguo: la
biblioteca de Alejandría. Para él, éste y otros proyectos de digitalización que
apadrina -el otro más conocido es la obra de Isaac Newton-, lo que buscan es
neutralizar esa capacidad de destrucción que ahora "es más grande, pero ya
no existe la posibilidad (de destruir el saber). De eso va todo esto",
sentenció.
A partir de hoy los
internautas podrán visualizar, leer y analizar todos sus documentos, pero
no descargarlos porque los derechos de la “propiedad intelectual” siguen perteneciendo a la
Universidad. La cesión y explotación de los derechos de imagen del laureado
científico, premio Nobel de Física en 1921, han llegado a aportar a la
universidad hasta un millón de dólares anuales.