 El primer país europeo en introducir los billetes en su
sistema monetario será el encargado de cumplir la profecía 'new age' que preveía la desaparición del dinero físico con la
llegada de los medios de pago digitales. Suecia introdujo el papel moneda en el
año 1661 de la mano del cambista Johan Palmstruch, quien entregaba billetes
como recibo para quien depositaba oro u otro metal en el Banco de Estocolmo.
El primer país europeo en introducir los billetes en su
sistema monetario será el encargado de cumplir la profecía 'new age' que preveía la desaparición del dinero físico con la
llegada de los medios de pago digitales. Suecia introdujo el papel moneda en el
año 1661 de la mano del cambista Johan Palmstruch, quien entregaba billetes
como recibo para quien depositaba oro u otro metal en el Banco de Estocolmo.
Hoy, el país escandinavo evalúa la posibilidad de volver a
ser pionero, aunque en esta ocasión eliminando por completo monedas, billetes y
toda expresión física del dinero para sustituirlos por tarjetas de crédito,
abonos a través del teléfono móvil y pasarelas de pago vía Internet. Desde hace varios años, algunas ciudades suecas han dejado
de aceptar el dinero en efectivo. De hecho, las monedas y los billetes ya solo
representan el 3% del dinero en circulación, en contraste con el 9% de promedio
de la eurozona y el 7% de Estados Unidos.
Lucha contra la
delincuencia
Una de las principales causas de la extinción del dinero
sueco está en la lucha contra el crimen. Un incremento en los robos a mano
armada llevó a las entidades financieras a iniciar una progresiva disminución
del uso de efectivo en operaciones bancarias. La iniciativa se tradujo en una
drástica reducción de los asaltos, que han pasado de 110 a solo 16 en tres
años.
"Si podemos reducir la cantidad de dinero que circula
en los bancos y las compañías también se reducirán los robos", ha
explicado Marie Look, portavoz del sindicato de trabajadores bancarios, a la
página web de la BBC británica. "Cuando abandonemos totalmente el dinero,
no habrá más robos. ¿Qué sentido tiene robar un banco si no hay nada que
llevarse?", concluye.
El bus y la limosna,
con tarjeta
La delincuencia fue precisamente la causa que obligó al
ayuntamiento de Estocolmo a eliminar el pago en efectivo de los autobuses
públicos, después de que varios conductores fuesen asaltados para quitarles por
la fuerza la recaudación. Ahora se paga con tarjetas de prepago o con el
teléfono móvil.
Los nuevos medios de pago han llegado incluso a algunas
iglesias como la de Carl Gustaf en Karlshamn, al sur del país. Gustaf decidió
adaptar las costumbres religiosas a la última tecnología y se convirtió en el
primer párroco del país en instalar un lector de tarjetas para facilitar a los
feligreses la donación de sus generosas limosnas.
 
 
