Especial para La Página |
1 / Con los
vecinos, decía el Benemérito Juan Vicente Gómez, ni tan, tan cerca, ni tan, tan
lejos. Consejo todavía más válido cuando los vecinos se juntan con indeseables.
Con la Hermana República de Colombia compartimos la partida de
nacimiento como naciones libres, e incomodidades intermitentes, que
imparten a nuestras relaciones un tinte bipolar.
2 / Para
dosificar la respuesta, conviene verificar si la juntilla es permanente y su
propósito. El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien como
ministro de la Defensa descargó una agresión contra Ecuador, recibe
oficialmente a un candidato derrotado que no reconoce ninguna de las
instituciones de Venezuela, y que incitó en forma pública a la violencia
con saldo de una decena de asesinatos, más de ochenta heridos y
destrucción de sedes de atención médica y de organizaciones sociales. Durante
su campaña, el perdedor recorrió estados fronterizos en Colombia y se encontró
con el ex presidente Uribe, quien intentó aumentar el número de bases
estadounidenses en su país y confesó que no invadió Venezuela porque le
faltó tiempo. Santos declara que su recepción fue un malentendido. No:
todos entendimos perfectamente. La agresión y la desestabilización contra
países fronterizos parece haberse instalado como política permanente de las
autoridades de la Hermana República.
3 / No mejora el
entendimiento la confesión de Santos según la cual “durante este mes de Junio suscribirá un
acuerdo de cooperación con la Organización del Tratado Atlántico
Norte (OTAN) para mostrar su disposición de ingresar a ella”. Y añade que “nuestro Ejército está en la mejor posición
para poder distinguirse también a nivel internacional. Ya lo estamos haciendo
en muchos frentes" ¿Será un capricho transitorio? Recordemos que en
los años cincuenta Colombia envió sus soldados como carne de cañón a Corea. En
esta columna denuncié el 14-2-2010 que una Fundación para el Análisis Socio
Económico (FAES) presidida por Felipe González, adelanta desde 2007 un
programa auspiciado por José María Aznar, que incluye la restauración del
dominio de España sobre América, la privatización de la
Educación Superior, una Internacional de partidos de derecha, y la
declaración de que “América Latina debe cooperar en materia de
seguridad y lucha contra el terrorismo internacional junto a Europa y América
del Norte, mediante la creación de una asociación estratégica
entre la OTAN y Colombia. Asimismo con aquellos otros países
latinoamericanos que deseen sumarse a ella”. José María Aznar, Julio
Borges, Leopoldo López, Andrés Pastrana, suscriben este llamado a la invasión…
Santos que crece torcido, nunca su rama endereza.
4 / ¿Qué
es la OTAN? Finalizada la Segunda Guerra Mundial,
Estados Unidos necesitaba una estructura para mantener ocupada militarmente
Europa y amenazar a la Unión Soviética y los países comunistas.
Siguiendo el modelo del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR),
que obligaba a los países de América a defenderse mutuamente en caso de
agresión extracontinental, en 1949 forzó a varios países ocupados por las
tropas aliadas a integrar la Organización del Tratado del
Atlántico Norte. En adelante, ellos mismos deberían pagar los gastos de su
propia ocupación. Pasó medio siglo, se desintegró la Unión Soviética,
Europa Oriental se volvió capitalista, y la OTAN, en lugar de desaparecer,
creció hasta constituir un monstruo que obliga a 28 países a mantener, para
2010, un total de 3.750.000 efectivos a un costo anual de 1.038.145
millones de dólares. Los países ocupados deben así pagar el gasto de su propia
ocupación. La OTAN tiene una aspiración de eternidad: donde se
instala, no se retira nunca. Un país que intentara salir de sus filas sería con
toda seguridad aniquilado por sus benévolos aliados.
5 / Para
apaciguar el escándalo creado por Santos al proclamar “su disposición de
ingresar a ella”, un vocero de la OTAN declara que no está prevista
la incorporación de Colombia porque excedería su “ambito geográfico”.
Sólo ignorantes o ingenuos desconocen que desde su creación en 1949 la
OTAN rebasó su área original en el “Atlántico Norte” para convertirse en
un monstruo que comprende 28 Estados miembros, 22 países obligados a
apoyarla en “Alianza por la paz”, y otros 15 involucrados en programas de
colaboración. Esta pacífica organización criminal, que es responsable de
casi el 75% del gasto armamentista del planeta, ha ampliado sus operaciones de
genocidio a Serbia, Afganistán, Irak, Somalía, Libia y además Siria.
6 / También la
OTAN ha invadido el “ambito geográfico” de América Latina y el Caribe: en
Argentina mantiene la base de Mount Pleasant, en las inmediaciones de Puerto
Argentino y de la Costa Patagónica. En el Caribe mantiene
dos bases en Guadalupe, dos en Martinica, una en Jamaica y otra en
Grenada. Pero como Estados Unidos y el Reino Unido son países de la
OTAN, debemos adscribir a la ominosa banda delincuencial las 59 bases
estadounidenses y las seis inglesas implantadas en América Latina.
A ellas debemos sumar la gran base flotante de la IV Flota, que patrulla
amenazadoramente el Atlántico y el Caribe.
7 / Bolívar
siempre se opuso a la idea de importar monarcas europeos para que nos
gobernaran, entre otras razones porque ello significaría trasladar a nuestras
latitudes todos los conflictos dinásticos del Viejo Mundo. La implantación
de la OTAN en la región nos convertiría en partes o víctimas de todas
las disputas imperiales de un mundo en crisis. Nuestra América es Zona de Paz:
conservémosla así.