Foto: Pietro Barcellona |
La influencia de su pensamiento en Italia y en el ámbito
internacional se inició en los años setenta, al ser el referente intelectual de
la corriente que propugnaba un uso alternativo del derecho, esto es,
tratar de obtener mediante la interpretación judicial y doctrinal un uso del
derecho más favorable para los trabajadores y en general para los ciudadanos.
En aquellos años fueron traducidas al castellano varias obras suyas.
Pero no son éstas, con ser muy importantes en su momento, su aportación principal al pensamiento político y social. Barcellona era un reconocido filósofo preocupado por el ocaso del proyecto político moderno. Algunos de sus libros más recientes, como El individualismo propietario y Postmodernidad y comunidad, han sido traducidos también al castellano: son momentos de una reflexión centrada en la pérdida de sentido, en la decadencia del Estado, en el dominio de la técnica y el poder globalizado.
Pero no son éstas, con ser muy importantes en su momento, su aportación principal al pensamiento político y social. Barcellona era un reconocido filósofo preocupado por el ocaso del proyecto político moderno. Algunos de sus libros más recientes, como El individualismo propietario y Postmodernidad y comunidad, han sido traducidos también al castellano: son momentos de una reflexión centrada en la pérdida de sentido, en la decadencia del Estado, en el dominio de la técnica y el poder globalizado.
La descomposición del PCI, las rupturas del comunismo democrático
y el consumismo de masas supusieron para Pietro Barcellona un profundo choque
emocional. El recurso al psicoanálisis le adentró en corrientes de pensamiento
ajenas a su marxismo inicial. De ese cruce de tradiciones —por no mencionar
otras, pues Barcellona fue siempre un lector voraz e insaciable— nacieron tanto
los libros últimamente mencionados como otros posteriores que ahondaban en una
problemática de tipo espiritualista. Halló en María Zambrano una reflexión
cercana a la suya propia. La época de lo posthumano inicia la última
etapa de su pensamiento, que se acerca, a través del contacto con grupos de
cristianos de base, núcleos de ayuda mutua y grupos estudiantiles a los que
nunca negaba su presencia y su palabra, a la reflexión metapolítica, espiritual,
de sus últimos textos, como Encuentro con Jesús. El mundo desalmado
fue la preocupación teórica y personal que angustió a Pietro Barcellona en los
últimos años de su vida: un pensador desmesurado porque vivía internamente, y
no con el distanciamiento frío del científico, la deriva del mundo social hacia
la catástrofe, acentuada desde los años noventa del siglo pasado.
El grupo de redactores de ‘Mientras Tanto’ ocupados
en la filosofía política y del derecho hemos encontrado en Pietro Barcellona, desde
los años ochenta y noventa, a un interlocutor con el que siempre hemos podido
dialogar, con coincidencias y con polémicas, tanto en Barcelona como en Italia;
eso le convirtió en un amigo muy querido, cercano, de quien nunca dejamos de
obtener, en nuestros encuentros con él, materias nuevas en que pensar.
Echaremos siempre de menos su capacidad de entusiasmo y sus muestras de afecto.
Por eso nos condolemos profundamente, con su familia y sus discípulos, de que
ya no pueda estar entre nosotros.