Especial para La Página |
<
María Teresa Domínguez, presidenta del Foro Nuclear español: “La situación en Fukushima está
absolutamente controlada y no hay personas irradiadas. Eso ha hecho que los planes
nucleares no se vean cuestionados”. [1]
<
José Emeterio Gutiérrez, ingeniero, director de Westinghouse para el sur de
Europa: “Al principio vi las noticias y
estaba tranquilo. Pensé que la central aguantaría perfectamente. Cuando
perdieron los generadores diesel [los que están diseñados para refrigerar la
central en caso de pérdida de suministro eléctrico] me quedé muy impresionado.
¿Cómo es posible si están preparados para eso?”
<
Número de reactores nucleares que permanecerán operativos en abril de 2012 de
los 53 con los que contaba Japón: 2 (10 han cerrado definitivamente, 14 están
fuertemente dañados y el resto están parados).
<
Una de las claves que explican la situación: la fuerte, nueva y creciente
presión popular: una acampada de protesta (tres carpas de lona blanca con un
inmenso poder simbólico), iniciada tras el desastre nuclear, se mantiene frente
al Ministerio de Energía en Tokio: cumplirá estos días su jornadas 180.
<
Número de manifestantes en la convocatoria espontánea del 10 de abril de 2011,
en las calles del barrio de Koenji, un mes después del accidente: unas 17.000
<
Acción de ciudadanos de la prefectura de Yamaguchi, medio año después de
accidente: iniciaron una huelga de hambre –que duró unos diez días- para exigir
la paralización de una nueva central que estaba construyendo en esa provincia
nipona (al lado del pueblo de Kaminoseki).
<
Declaraciones de Kazuyuki Tokune, miembro del grupo de gestión del campamento
antinuclear: “Japón no es una democracia;
debemos funcionar bajo una constitución y unas leyes escritas por la gente, no
implantadas desde arriba… [el campamento seguirá en pie de paz y resistencia] mientras el gobierno nipón no
revele toda la verdad y adopte las medidas que los afectados le demandan. No
nos moveremos de aquí porque ellos lo digan, sólo estamos haciendo un uso
pacífico de nuestra libertad de expresión”.
<
Número de constructoras que adquirieron material radiactivo de Fukushima, según
noticia aparecida en enero de 2012 en varios periódicos japoneses: más de 200.
Se detectaron altísimas tasas de cesio en apartamentos nuevos de Nihonmatsu
(Fukushsima): una cantera de Namie, ciudad ubicada en la zona de exclusión,
vendió unos 5.000.000 kg de grava a 19 empresas pocas semanas después de la
explosión del primer reactor.
<
Número de personas que han tenido que desplazarse hasta marzo de 2012: unas
150.000
<
Suelo contaminado por sustancias radiactivas hasta el momento: unos 29 millones
de metros cúbicos (podrían llenar completamente unos 23 estadios de fútbol del
tamaño del Camp Nou).
<
Extensión de la zona contaminada: unos 2.400 km2 (superficie superior a la
región de Tokio: se extiende por Fukushima y cuatro prefecturas más).
<
Número de terabecquerelios de cesio y
yodo radiactivo vertidos al mar entre el 21 de marzo y el 30 de abril de 2011:
unos 15.000.
<
Reconocimiento de TEPCO a finales de diciembre de 2011: se habían vertido al
mar cerca de 45 toneladas de agua con estroncio radiactivo.
<
Desplazamiento de escombros vertidos al mar tras el accidente, según el informe
de los científicos del Centro Internacional de Investigaciones del Pacífico
(encuentro Ocean Sciences, Salt Lake City, EEUU): unas 2.000 millas náuticas en
longitud y más de 1.000 en amplitud.
<
Estimación técnica: de los 20 millones de toneladas de escombros que generó el
accidente, un millón flotan en el océano.
<
Corroboración de un equipo científico de la Institución Oceanográfica Woods
Hole, WHOL (en el congreso Salt Lake City): existencia de elementos radiactivos
de los reactores dañados de Fukushima localizados en el mar y en organismos
marinos a 600 kilómetros de la costa japonesa.
<
Niveles de radiactividad en el agua marina un año después del accidente: no se
han reducido.
<
Declaraciones de Ken Buesseler, responsable de WHOL: “El reactor nuclear parece
seguir con pérdidas, no ha sido sellado totalmente y los niveles de
radiactividad cerca de la costa podrían ser suficientes como para que los
productos pesqueros en esa área no se consideren adecuados para el consumo
humano”.
<
Cantidad de agua altamente radiactiva que reposan en contenedores a la espera
de una descontaminación larga y costosa: 100.000 toneladas.
<
Acciones de la multinacional francesa Areva: depuración diaria de unas mil
toneladas (efecto “colateral”: no ha sido presentado plan alguno para resolver
el almacenamiento de los centenares de toneladas de residuos resultantes del filtraje).
<
Problema de las partículas radiactivas de Fukushima: son “pegajosas”:
limpiarlas exige extraer grandes cantidades de suelo, hojas y plantas (hacen la
tarea casi imposible en la campiña japonesa con arrozales, bosques y valles).
<
Importe que se les ha ofrecido a algunas familias afectadas por la grave
accidente nuclear: una compensación única de 1.043 dólares
<
Pretensión de los abogados de la Tokyo Electric Power Co. (TEPCO): que la
empresa no cumpla con su obligación de hacer frente a los costes de
descontaminación. “Argumento” esgrimido: la radiación, al igual que la búsqueda
de soluciones, es ahora responsabilidad de los dueños de las tierras y no de la
empresa.
<
Coste monetario aproximado del accidente según estimaciones de The Wall Street
Journal: 12.000 millones de euros.
<
Razones principales del accidente según el informe de Greenpeace ”Lecciones de
Fukushima”: 1. un reactor vulnerable: durante décadas se han conocido, en Japón
y a nivel internacional, las vulnerabilidades del diseño del reactor de agua en
ebullición Mark I (BWR), el mismo que el de Santa María de Garoña; 2. una
reglamentación débil: se han tolerado las maniobras de encubrimiento de TEPCO:
en 2006 admitió haber falsificado informes sobre el agua de refrigeración y, a
pesar de ello, NISA le concedió la autorización para extender la vida de los
reactores diez años más; 3. errores sistemáticos en la evaluación: TEPCO y NISA
sabían que en la zona de la central nuclear se podría sufrir el impacto de un
tsunami de más de diez metros (la central solo estaba diseñada para soportar
tsunamis de hasta 5,7 metros).
<
Conclusiones del informe: 1. se conocían los riesgos reales, pero las
autoridades japonesas y TEPCO les restaron importancia e hicieron caso omiso.
2. Los planes de emergencia nuclear y evacuación para la protección de las
personas han fracasado (a pesar de que Japón es uno de los países mejor
preparados para la gestión de catástrofes) y 3 la ciudadanía será quien pague
finalmente la mayor parte de los costes, a pesar de que Japón es uno de los
tres países del mundo en los que por ley el operador de una central es
responsable de la totalidad de los costes de un desastre nuclear.
<
Acciones de mujeres japonesas: organizaciones femeninas de Tohoku y el grupo de
presión por la recuperación con equidad de género de Tokio se han unido para
participar en las campañas contra la energía nuclear tras el desastre: reclaman
su evacuación y el cierre de todas las plantas nucleares de Japón (una de sus
movilizaciones fue la concentración entre octubre y noviembre de 2011 frente a
la sede del gobierno en Tokio: para Ayako Oga, activista de Fukushima, las
mujeres reclamaban “acciones que pongan en primer lugar a la vida de las
personas").
<
Declaraciones de Heinz Smital (Greenpeace): “La realidad es que habrá que
combatir durante décadas los problemas de las instalaciones. Además, la zona
estará contaminada radiactivamente durante décadas”.
<
Palabras de Kenzaburo Oé (entrevistado por Philippe Pons para Le Monde, 2011):
“Si nos asomamos a la historia de Japón con la mirada de estos muertos,
víctimas de lo nuclear, su tragedia es evidente. Hoy constatamos que el riesgo
de las centrales nucleares se ha hecho realidad. Sea cual sea el final del
desastre que nos acecha –y con todo el respeto que me producen los esfuerzos
humanos desplegados para combatirlo-, su significado no se presta a
ambigüedad alguna: la historia de Japón
ha entrado en una nueva fase en la que de nuevo nos encontramos bajo la mirada
de las víctimas de lo nuclear, de esos hombres y esas mujeres que demostraron
un enorme coraje en su sufrimiento. La enseñanza que podamos extraer del
desastre actual dependerá de la firme resolución de aquellos que consigan
sobrevivir de no repetir los mismos errores”.
Notas
[1]
Datos tomados de Suvendrini Kakuchi, “El terremoto fortalece a las mujeres de
Japón”, IPS, http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=100299;
“Lecciones de Fukushima”, http://eurasianhub.com/2012/03/08/lecciones-de-fukushima-un-ano-despues-greenpeace/, y los
artículos de Ignacio J. Miñambres, Takuro Hoguchi, Laura Corcuera y Philippe
Nadouce aparecidos en Diagonal, nº 169, del 1 al 14 de marzo de 2012, pp.
16-17.