Jean-Luc Mélenchon @ Philippe Flohic |
Por vez primera en más de treinta años, una nueva fuerza
política francesa– no sólo a la izquierda de los socialistas sino también sin
miedo a afirmarse como alternativa a ellos – ha conseguido resultados de dos
cifras en unas elecciones presidenciales: un 11.1%, que se incrementa hasta un
16% en las grandes ciudades. Este logro del Front de Gauche (Frente de
Izquierdas) representa el éxito más reciente y contundente de la "otra
izquierda" en Europa.
Tras muchos años de fragmentación, el Front de Gauche ha
logrado unificar las fuerzas izquierdistas que abogan por una transformación
social y medioambiental. Ahora debemos asegurarnos de que Nicolas Sarkozy es
expulsado del Elíseo mediante una derrota aplastante en la segunda vuelta de
las elecciones presidenciales, el 6 de mayo. El pueblo francés y el movimiento
sindical tendrán mucho que perder si la derecha radicalizada – que va,
además, tras los votos de la extrema derecha – monopoliza el poder del Estado.
Esta es nuestra primera y urgente misión.
Pero este objetivo a corto plazo no debiera confundirse en
modo alguno con un apoyo al candidato del Partido Socialista o su programa. Las
políticas de François Hollande están destinadas, con algunas excepciones, a
satisfacer los requisitos de los mercados financieros y la regla "de
oro" de un presupuesto equilibrado del pacto fiscal europeo, que él se
niega a someter a referéndum popular.
El Frente de Izquierdas, creado en 2009, ha movilizado en
sus primeras elecciones presidenciales a cerca de cuatro millones de personas.
Eso supone casi tres millones más que en las dos elecciones nacionales previas
– las europeas de 2009 y las regionales de 2010 – en las que el partido había
presentado candidatos. A lo largo de estas elecciones, nuestra agenda ha sido clara.
Rechazamos la austeridad en Francia y en Europa todas sus formas (ya se trate
de las medidas "duras" de la derecha conservadora o las
"blandas" de la socialdemocracia); rechazamos los tratados
neoliberales existentes de la UE; exigimos una nueva distribución de la riqueza
en favor de los trabajadores y de quienes tienen un empleo inseguro y queremos
servicios públicos que sean distintos de los de una sociedad mercantilizada.
Queremos hacer uso de la planificación ecológica para salir de la crisis capitalista;
un mayor compromiso público en los asuntos de Estado para contrarrestar nuestra
democracia oligárquica y un plan de salida de la OTAN y las constricciones
atlantistas impuestas a nuestro país.
El Front de Gauche será también un frente popular
y luchará incansablemente contra el Front Nationale de extrema
derecha, cuyo aumento de popularidad es por supuesto preocupante. Acertamos al
tomarlo como blanco, analizando y desafiando sus propuestas lo largo de nuestra
campaña. Fuimos los únicos en llevar a cabo esa tarea: sin haber centrado en él
nuestra atención, tal vez los resultados habrían sido todavía más alarmantes.
Pero lo que está claro es que ha llegado ya la hora de la
resistencia a los mercados financieros. Fue divertido observar esta semana a
algunos destacados representantes de la oligarquía financiera –como Mario
Monti, primer ministro italiano, y Mario Draghi, presidente del Banco Central
Europeo, por ejemplo – vindicar nuestro análisis de los peligros de las
políticas de austeridad. Estas conducen a las economías europeas a una recesión
que trae, como las nubes traen tormenta, desempleo y pobreza para los pueblos
de Europa. Según Draghi, sería adecuado incluso volver atrás y completar el
"pacto fiscal" con un "pacto de crecimiento". Con ello se
equipara a las opiniones tanto de Monti como de Hollande. Pero, ¿qué clase de
crecimiento sería? ¿Un crecimiento que promueve la flexibilidad de los mercados
de trabajo como motor de la "competitividad" de las economías
europeas?
El Front de Gauche ofrece una concepción diferente
de la economía, la sociedad y la UE. En este contexto, tenemos otra razón
imperiosa para desalojar a Sarkozy de su sillón presidencial. Librándonos de
él, romperemos el eje "austeritario" simbolizado por la relación
Merkel-Sarkozy. Ello nos permitiría finalmente seguir adelante y construir un
nuevo equilibrio de poder en Europa, que de verdad desafíe la política de
austeridad.
En esta batalla el Front de Gauche tiene, en
Francia, las llaves del futuro.
Jean-Luc
Mélenchon ha sido candidato de la coalición del Front de Gauche (Frente
de Izquierda) en las elecciones presidenciales francesas de este año 2012. Fue
ministro del gobierno socialista entre 2000 y 2002, pero abandonó el Partido
Socialista en 2008 para fundar el Parti de Gauche (Partido de
Izquierda), uno de los que componen la coalición del Frente de Izquierda.
www.sinpermiso.info / Traducción: Lucas Antón |