Noam Chomsky en la era digital |
Fernando Cuartero
Noam Chomsky, nacido en 1928 en Filadelfia, es profesor de
lingüística en el MIT, Estados Unidos, y una de las figuras más destacadas de
la lingüística del siglo XX, con grandes aportaciones en el campo de la
informática. Estudió en Pensilvania, donde se doctoró en 1955 con una tesis
sobre el análisis transformacional, tras lo que pasó a integrarse en el equipo
docente del MIT.
Entre su contribución científica podemos destacar una
aportación fundamental a la lingüística moderna, consistente en la formulación
teórica y el desarrollo del concepto de gramática transformacional y
generativa. Esta contribución perfeccionó los trabajos de sus maestro, Zellig
Harris, creando técnicas para el análisis científico del significado, dando
origen a una verdadera revolución en el campo de la lingüística, incorporando
el concepto de transformación a la lingüística, apartándose del estructuralismo
y del conductismo imperantes hasta entonces.
También se aparta de los métodos descriptivos tradicionales
para conseguir que la lingüistica siga rigurosamente el método científico, con
teorías y predicciones falsables, mediante la búsqueda de los principios
explicativos de su evolución; y que pase a ser una ciencia con objetivos
propios, y no meramente una técnica al servicio de otras disciplinas, y para
ello parte de las similitudes entre lenguas, más que de las diferencias,
centrándose inicialmente en unas pocas lenguas bien conocidas para explicar su
funcionamiento.
Como resultado de todo ello, sostiene la existencia de una
gramática universal, integrada en el patrimonio genético de los seres humanos,
que ya desde su nacimiento disponen de un patrón al que se adaptan las
diferentes lenguas existentes, lo que queda evidenciado por el uso corriente
del lenguaje y la habilidad con la que los niños aprenden una lengua aún
poseyendo una escasa experiencia externa.
En su tesis doctoral desarrolló sus ideas en lingüística,
que completó posteriormente en su libro "Estructuras sintácticas", su
trabajo más conocido. Sus planteamientos lingüísticos han revolucionado el
estudio del lenguaje, que se han visto plasmado en la teoría de la gramática
transformacional y generativa, donde sostiene que el análisis estructural se
extiende más allá de la oración, creando fórmulas, que denomina
transformaciones, para abarcar todas las relaciones sus diferentes tipos.
En cuanto a la relación de Chomsky con la informática proviene de sus
importantes aportaciones a la teoría de autómatas y al estudio de los lenguajes
formales. Dichas aportaciones han resultado elementos indispensables para la
construcción de compiladores y traductores que puedan servir de intérpretes
válidos entre las órdenes que dan los seres humanos y su correcta recepción y
aplicación por máquinas automáticas. Puede decirse que el papel desempeñado por
Chomsky ha resultado crucial en este importante campo, pues fue imprescindible
para dar el siguiente paso tras los primeros computadores, el ENIAC o el propio
ACE de Alan Turing, programados directamente en código binario, de forma que a
mediados de 1954 su obra ya influyó en la especificación del borrador para el
lenguaje Fortran, y en la conocida notación Backus-Naur.
La jerarquía de Chomsky, que estableció en 1956 en su obra
"Three models for the description of language" se convirtió en un
concepto central en informática. Así, los lenguajes formales (que no admiten
excepciones a las reglas) se dividen en cuatro niveles (tres en el estudio original), que son:
Lenguajes
regulares.
Lenguajes libres del contexto.
Lenguajes sensibles al contexto.
Lenguajes recursivamente enumerables.
Esta descripción
encaja con los dispositivos automáticos de cómputo entonces existentes. Así,
los lenguajes regulares con el autómata finito, los libres del contexto con el
autómata dotado de una pila de memoria, mientras que el concepto de lenguaje
recursivamente enumerable coincide exactamente con los lenguajes reconocidos por
una máquina de Turing. Posteriormente, los lenguajes sensibles al contexto se
identificaron con una máquina de Turing con memoria acotada en función del
tamaño de la palabra a reconocer. El propio Chomsky realizó la demostración de
la equivalencia entre los lenguajes definidos por su gramática general con los
lenguajes que pueden ser reconocidos por una máquina de Turing abriendo un
nuevo horizonte de estudio no imaginado originalmente por Turing.
Según Chomsky, una gramática formal es una estructura matemática,
consistente en un conjunto de reglas que definen la forma de construir todas y cada una de las cadenas de caracteres
que componen un determinado lenguaje, denominadas sentencias, y donde el
conjunto de todas las sentencias constituye el lenguaje. Como no se describe el
significado de dichas sentencias, sino únicamente su forma, de ahí procede el
calificativo de formal. Además de las reglas, la descripción de una gramática
formal se completa con dos conjuntos de símbolos, denominados alfabetos, uno,
denominado terminal, de los caracteres
que conforman las sentencias propias del lenguaje, y otro, el no terminal,
constituido por una serie de símbolos auxiliares usados durante el proceso de
cómputo y que no aparecen en las sentencias válidas del lenguaje, sino
únicamente durante los pasos intermedios. Para finalizar, también se añade un
símbolo no terminal especial, denominado inicial, usualmente denotado por la
letra S, que sirve para dar comienzo a la construcción de cualquier sentencia.
Además de por sus contribuciones científicas, tanto
referentes a la lingüística como a la informática, Chomsky también es
ampliamente conocido por sus tareas de activismo político, desarrolladas
principalmente en los Estados Unidos, pero que afectan a casi todos los rincones
del planeta.
Este activismo se inició con la movilización popular contra
la guerra del Vietnam, durante la cual analizó el papel del mundo académico en
la implicación de Estados Unidos en la guerra, destacando el artículo "La
responsabilidad de los intelectuales" publicado en 1967. Desde entonces ha
sido muy conocido por sus ideas políticas, situadas en una izquierda política
de tipo anarquista. Su mayor preocupación se centra en su lucha por superar el
déficit democrático existente, tanto en Estados Unidos como en el resto de los
países democráticos, y que a su entender se plasma en la enorme distancia
existente entre las decisiones políticas y la opinión pública, así como en
denunciar las ambiciones imperialistas del gobierno norteamericano en el resto
del mundo.
Aún considerándose a sí mismo un anarquista, Chomsky no se
opone a la política electoral, y suele proponer, como estrategia, el voto a los
demócratas locales si existe riesgo de victoria republicana, mientras que suele
apoyar candidaturas más a la izquierda como los verdes, si la victoria o la
derrota demócratas son muy probables. En España ha mostrado su fuerte apoyo a
los movimientos de indignados surgidos a partir del 15 de mayo de 2011,
conocidos como movimiento 15-M, coincidiendo con sus demandas de una auténtica
democracia real.
Siendo judío, se define a sí mismo como sionista, pero con
un concepto muy peculiar, pues si bien ha declarado su admiración y adhesión al
kibutz como una forma de organización social alternativa, es sumamente crítico
con la política israelí, siendo calificado como antisionista, al señalar que
desde hace años la maquinaria militar israelí junto a EE.UU. vienen realizando
sistemáticamente acciones violentas al margen de las leyes internacionales,
llegando a calificar a ambos estados como terroristas.
Actualmente se le
considera como una de las principales figuras de la política radical
norteamericana, y además, junto a José Saramago, Eduardo Galeano o Leonardo
Boff, uno de los referentes de la intelectualidad de la izquierda mundial, si
bien en este ámbito, y al contrario de su actividad científica, sus
aportaciones no han sido tan relevantes, no pudiendo ser catalogado como un
teórico de la política, sino más bien como un científico bien informado que
mantiene una actitud muy crítica con el poder.
En ese sentido, podríamos considerar que su mayor aportación
en este terreno ha sido su análisis de los medios de comunicación, donde con
carácter general aparecen enfoques sesgados, o incluso directamente engaños, y
que existen detrás de su supuesta neutralidad, hasta en los medios más
prestigiosos. Es por eso que ha acuñando la frase: "La propaganda es en la
democracia lo que la porra en un estado totalitario". En su libro
"Los Guardianes de la Libertad: Propaganda, Desinformación y Consenso en
Los Medios de Comunicación de Masas" explora esta situación de manera
detallada, siendo un resumen de su contenido las 10 estrategias de la
manipulación mediática, redactadas por Sylvain Timsit en 2002, y que compendian
el pensamiento de Chomsky.
Así pues, su denuncia de la política exterior de Estados
Unidos, las deficiencias democráticas en su funcionamiento interno, y la
manipulación de las corporaciones de los medios de comunicación han hecho a
este intelectual poner en cuestión los pilares donde descansa el fuerte
nacionalismo norteamericano, lo que le ha llevado, a pesar de su gran prestigio
internacional, tanto por su actividad científica como por sus ideas políticas,
a ser un desconocido en su propio país, ignorado por los grandes medios de
carácter general.