Campo petrolero en Bakú, Azerbaiyán |
región del Mar Caspio, rica en petróleo.
Rick Bourke probablemente sea más conocido por haber fundado la empresa Dooney and Bourke, que se dedica a diseñar bolsos de mano de lujo. Es un filántropo y ha invertido su fortuna en fundaciones que intentan hallar nuevas curas para el cáncer. A mediados de la década de 1990 conoció a un ciudadano checo llamado Viktor Kozeny, conocido como “El pirata de Praga”, quien hizo millones de dólares a través de controvertidos acuerdos durante la era de la privatización de empresas nacionales checas. Kozeny amasó una gran fortuna mediante el reclutamiento de inversores para la adquisición de SOCAR, la empresa petrolera estatal de Azerbaiyán, una ex república soviética en la costa oeste del Mar Caspio.
Kozeny prometió que las inversiones darían ganancias sin
precedentes. Importantes inversores analizaron la oportunidad y vertieron
grandes sumas de dinero en la empresa. Algunos de los inversores fueron el
fondo de inversión de la Universidad de Columbia, la empresa de seguros AIG, el
legendario gerente de fondos de alto riesgo Lee Cooperman, un ejecutivo de
trayectoria de Goldman Sachs y el ex líder de la mayoría del Senado George
Mitchell. Michael Tigar, abogado de Bourke, resumió el resultado de la
operación de inversión en el programa de noticias Democracy Now!: “Kozeny era
un delincuente. Robó hasta el último centavo invertido por Rick Bourke y los
demás inversores, sobornó a funcionarios azeríes y hoy vive feliz en las
Bahamas, de donde no fue extraditado”.
Kozeny pagó grandes sumas de dinero al presidente de
Azerbaiyán Heydar Aliyev. Al igual que el Presidente ruso, Vladimir Putin,
Aliyev es un ex funcionario de alto nivel de la KGB. Asumió la presidencia del
país poco después de la ruptura del bloque soviético. Durante el período de la
estafa de Kozeny, el hijo de Aliyev, Ilham, era el presidente de SOCAR. Kozeny
contrató a un abogado suizo llamado Hans Bodmer para coordinar la compleja
operación. Un ciudadano estadounidense llamado Thomas Farrell, que administra
un bar en San Petersburgo, Rusia, era el encargado de los “envíos”.
Transportaba bolsos de lona repletos de dinero a Baku, la capital de Azerbaiyán.
La inversión no prosperó y Kozeny huyó con los fondos
restantes. Rick Bourke se dirigió a la oficina del Fiscal de Distrito de
Manhattan, que tiene experiencia en perseguir delitos de cuello blanco. Allí,
habló con la Vicefiscal de Distrito Mariam Klipper, especialista en las
privatizaciones de Europa del Este. La oficina del Fiscal presentó una
acusación formal contra Kozeny, quien evitó ser procesado y goza de relativa
inmunidad en Las Bahamas.
Bourke, que fue el único inversor que denunció lo sucedido,
también cooperó con los fiscales federales. Sin embargo, estos decidieron poner
la mira en Bourke. Más tarde fue hallado culpable en virtud de la Ley de
Prácticas Corruptas en el Extranjero, no por haber sobornado a alguien, sino
por supuesto conocimiento de sobornos, a pesar de que todo el caso se basó
únicamente en la declaración del abogado suizo Bodmer y la del estadounidense
Farrell. En el momento de dictar sentencia, la ex vicefiscal de distrito
Klipper escribió a la Jueza federal Shira Scheindlin, para procurar una condena
leve para Bourke: “Fue de gran ayuda”, dijo. “Vino voluntariamente a mi oficina
y habló amablemente y con convicción acerca del caso. No le ofrecimos nada a
cambio. …Nunca tuve motivos para dudar de él”. Si bien Bodmer y Farrell también
fueron acusados, lograron un acuerdo de reducción de pena y ambos se fueron
rápidamente de Estados Unidos”.
La mayor parte del expediente judicial es secreto,
probablemente debido a la participación de las agencias de inteligencia. En un
giro sorprendente del caso, el ex director del servicio de inteligencia
británico, el MI6, Sir Richard Dearlove, y el ex subdirector de operaciones de
la CIA, James Pavitt, intentaron declarar a favor de Bourke, pero, según se
informó, se les negó esa oportunidad, quizá para proteger el valor que Bodmer y
Farrell tenían para las agencias de inteligencia . En el turbio mundo de la
geopolítica del petróleo es muy difícil saberlo.
El hijo de Heydar Aliyev, Ilham Aliyev, sucedió a su padre
en la presidencia de Azerbaiyán y gobernó el país mediante un régimen
dictatorial. La semana pasada fue reelecto para un tercer mandato. Los
resultados iniciales de las elecciones se anunciaron un día antes de que
comenzara la votación. Human Rights Watch publicó un informe en septiembre denominado:
“Apretar las clavijas: la represión contra la sociedad civil y los opositores
en Azerbaiyán”.
Rick Bourke está encerrado en una prisión federal en
Englewood, Colorado. Fue condenado a un año y un día de reclusión. El ex
periodista del Washington Post Scott Armstrong, que fundó el Archivo de
Seguridad Nacional y presidió el Proyecto de Responsabilidad del Gobierno, pasó
varios años investigando el caso. Como investigador principal del Comité del
Senado sobre el caso Watergate, Armstrong reveló la existencia del sistema de
escuchas telefónicas del ex Presidente Richard Nixon. Sabe muy bien cuándo hay
corrupción y considera que Bourke es un verdadero informante. Armstrong resumió
el caso de la siguiente manera: “El Gobierno de Estados Unidos básicamente
encubrió esta intrincada serie de fraudes en los que participó Kozeny, y
decidió, en cambio, centrar toda su energía en investigar al informante. Y,
para mí, eso es algo que conmociona”.
Denis Moynihan colaboró en la
producción periodística de esta columna.
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org