Como apunta Franco Bifo Berardi, Europa está al borde de una
guerra racial: el sistemático rechazo de refugiados en su frontera sur no es simple muestra de brutalidad. La Unión Europea (UE) ya es una
fortaleza racista. El continente arrasado por la ola xenófoba y nacionalista –rodeado de cuerpos tirados por el mar y lleno de campos de internamiento para los sobrevivientes– se convirtió en un
archipiélago de infamia(Verso blog, 23/10/16). Parece que en medio de crisis sin fin, austeridad rampante, diktats financieros y putsches bancarios regresamos al punto en que ya estuvimos antes.