Julio Cortázar por Villarreal |
Julio Rafael Silva
Sánchez
Prolegómeno
(¿o, tal vez, epílogo?) arbitrario
Especial para La Página |
Julio Cortázar// (Bruselas, 26/01/1914 - París, 12/02/1984) // Fue capaz de ascender a la aceptación (de un territorio reconquistado) o al encuentro (consigo mismo) que se produce solamente hacia el final del camino, como un acto poético, como posesión de una realidad al margen de signos y sistemas, como una voluntad de ser (libre de rediles y máscaras institucionalizadas).
Así
despedía el mundo hace veintisiete años a este enormísimo cronopio que fue
Julio Cortázar: un autor (novelista, poeta, cuentista, ensayista, fotógrafo),
quien siempre se propuso (¡y vaya que lo logró!) superar el falso dualismo
entre razón e intuición, materia y espíritu, acción y contemplación para
alcanzar la visión de una nueva realidad, más mágica, más real y más humana. En
esa dirección, Cortázar intenta retomar la búsqueda de una meta muy antigua: la
reintegración del arte a la vida, la fusión y complementación de lo psíquico y
lo social.