Adam Smith por David Levine |
Decía en 1973 Galbraith, un lúcido economista de origen
canadiense, que "Adam Smith es
demasiado sabio y entretenido para relegarlo entre los conservadores, pocos de
los cuales lo han leído alguna vez" (Anales de un liberal impenitente).
El problema es que parece que tampoco lo han leído los que dicen no ser
conservadores y así, en mi opinión, nos estamos perdiendo a una persona cuyas
lúcidas y atinadas reflexiones nos podrían ayudar a entender mejor qué es lo
que está pasando a la vez que disfrutar de su lectura. Además, Adam Smith
prestaba atención a las motivaciones que podían explicar el comportamiento de
las personas, no tratando de etiquetarlas sino de entenderlas para poder
comprender mejor en qué tipo de sociedad se encuentra uno y qué podemos esperar
de nosotros y de los demás. Para empezar, y frente al cliché de que defendía el
egoísmo cómo motivo fundamental del comportamiento humano, creo que merece la
pena destacar algunos párrafos de su Teoría de los sentimientos morales,
publicada originalmente en 1759.