Mientras que los medios estadounidenses se han centrado en
las batallas preelectorales, el mayor incordio para las grandes corporaciones
internacionales y el Gobierno de EE. UU., el movimiento ’Ocupa Wall Street’,
sigue ampliando la lista de las ciudades que buscan lanzar su voz el Día
Internacional del Trabajo "en un acto de solidaridad del 99% de la
población global en su lucha contra el 1% de los más ricos y poderosos".
Huelga nacional con
reto global
Los participantes, que instan a todos a ausentarse ese día
(que en EE UU no es festivo) de sus puestos de trabajo y de los estudios para
que su ausencia haga saber a un sistema corrupto que están descontentos con lo
que está sucediendo, prometen no simplemente paralizar todo EE. UU., sino
intentar convertir la huelga en el acto global.
"Si es miembro
de un sindicato, puede declararse en huelga oficialmente. Pero si no lo es,
póngase ’enfermo’ o tómese vacaciones”, recomiendan las activistas, apuntando
que cualquiera puede unirse a la acción.
Los ‘indignados’, subrayan que el 1 de mayo es un día
perfecto para protestar contra la corrupción del mercado global, que aumentó el
desempleo, los bajos salarios, elevó los impuestos y la pauperización del 99%
de la población que no cuenta con la mayor parte de los recursos mundiales. Aparte
de EE. UU., la huelga global prevista ya cuenta con la participación de varias
ciudades mundiales, entre las cuales se encuentran Londres (Reino Unido),
Melbourne y Sidney (Australia), Ottawa y Toronto (Canadá) y Seúl (Corea del
Sur).