Especial para La Página |
Desde el triunfo de la Revolución en 1959, el
desarrollo de la medicina ha sido la gran prioridad del gobierno cubano, que ha
transformado la isla del Caribe en una referencia mundial en este campo. En
efecto, hoy día, Cuba es el país del mundo que cuenta con el mayor número de
médicos por habitante.
En 2012, Cuba formó más de 11.000 nuevos
doctores, los cuales cumplieron su carrera de seis años en sus facultades de
medicina reconocidas por la excelencia de sus enseñanzas. Se trata de la mayor
promoción médica de la historia del país, que ha hecho del desarrollo de la
medicina y del bienestar social las prioridades nacionales. Entre estos médicos
recién graduados, 5.315 son cubanos y 5.694 proceden de 59 países de América
Latina, África, Asia e incluso de Estados Unidos, con una mayoría de bolivianos
(2.400), nicaragüenses (429), peruanos (453), ecuatorianos (308), colombianos
(175) y guatemaltecos (170). Así, en un año, Cuba formó casi el doble de
médicos que la cifra total de la cual disponía en 1959.[1]
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En efecto, tras el triunfo de la Revolución Cuba
sólo contaba con 6.286 médicos. De ellos 3.000 eligieron abandonar el país para
ir a Estados Unidos, atraídos por las oportunidades profesionales que les
ofrecía Washington. En nombre de la guerra política e ideológica que oponía al
nuevo gobierno de Fidel Castro, la administración Eisenhower decidió vaciar la
nación de su capital humano, hasta el punto de crear una grave crisis
sanitaria.[2]
Frente a ello, Cuba se comprometió a invertir
masivamente en la medicina. Universalizó el acceso a los estudios superiores e
instauró la gratuidad en todas las carreras. Así existen hoy día 24 facultades
de medicina (frente a una sola en 1959) en trece de las quince provincias
cubanas, y el país dispone de más de 43.000 profesores de medicina. Desde 1959
se formaron cerca de 109.000 médicos en Cuba.[3]
Con un médico por 148 habitantes (67,2 médicos por 10.000 habitantes, 78.622 en
total) según la Organización Mundial de la Salud, Cuba es la nación del mundo
mejor dotada en este sector. El país dispone de 161 hospitales y 452
policlínicas.[4]
Para el año universitario 2011-2012, el número
total de graduados en Ciencias Médicas, que incluye 21 perfiles profesionales
(médicos, estomatólogos, enfermeros, psicólogos, tecnología de salud, etc.), se
eleva a 32.171, tanto cubanos como extranjeros.[5]
La
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana
Además de los cursos brindados en las 24
facultades de medicina del país, Cuba forma a estudiantes extranjeros en la
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana. En 1998, tras el huracán
Mitch que asoló América Central y el Caribe, Fidel Castro decidió crear la
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAM) –inaugurada el 15 de
noviembre de 1999– con el fin de formar en Cuba a los futuros médicos del mundo
subdesarrollado.
“Formar médicos prestos a ir adonde más se les
necesita y a quedarse todo el tiempo necesario, tal es la razón de ser de
nuestra escuela desde su fundación”, explica la doctora Miladys Castilla, vicerrectora
de la ELAM.[6]
Actualmente, 24.000 estudiantes procedentes de 116 países de América Latina,
África, Asia, Oceanía, y también de Estados Unidos (500 por promoción) cursan
una carrera de medicina gratuita en Cuba. Entre la primera promoción de 2005 y
2010, 8.594 jóvenes doctores salieron de la ELAM.[7] Las promociones de
2011 y 2012 fueron excepcionales con cerca de 8.000 egresados. En total, cerca
de 15.000 médicos se formaron en la ELAM en 25 especialidades diferentes.[8]
La Organización Mundial de la Salud rindió
homenaje al trabajo de la ELAM:
“La Escuela Latinoamericana de Medicina recibe a jóvenes apasionados de los países en desarrollo y los devuelve a casa formados como médicos. De lo que se trata es de impulsar la equidad sanitaria […].
La ELAM […] ha hecho suya la premisa de la «responsabilidad social». La Organización Mundial de la Salud define la responsabilidad social de las facultades de medicina como la obligación de dirigir sus actividades de formación, investigación y servicios hacia la satisfacción de las necesidades prioritarias de salud de la comunidad, región o país al que tienen la obligación de servir.
La finalidad de la ELAM es formar a los médicos principalmente para que presten servicio público en comunidades urbanas y rurales desfavorecidas mediante la adquisición de competencias en materia de atención primaria integral, que van desde la promoción de la salud hasta el tratamiento y la rehabilitación. A cambio de la promesa no vinculante de ejercer en zonas desatendidas, los alumnos reciben una beca completa y un estipendio pequeño, y cuando se gradúan no tienen deudas escolares.
[En cuanto al proceso de selección] se da preferencia a los candidatos de bajos recursos, que de otra manera no podrían costearse los estudios médicos. «Como consecuencia, el 75% del alumnado proviene del tipo de comunidades que necesitan médicos, en particular de una gran variedad de minorías étnicas y pueblos indígenas» […].
Los nuevos médicos trabajan en la mayor parte de
los países americanos, incluidos los Estados Unidos, varios países africanos y
una buena parte del Caribe de habla inglesa.
Escuelas como la ELAM plantean un desafío al
sector de la educación médica de todo el mundo para que adopte un mayor
compromiso social. Como comenta Charles Boelen, quien fuera coordinador del
programa de Recursos Humanos para la Salud de la OMS: «La idea de la
responsabilidad social (merece) atención en todo el mundo, incluso dentro de
los círculos médicos tradicionales… El mundo necesita con urgencia gente comprometida
que genere los nuevos paradigmas de la formación médica»”.[9]
La
solidaridad internacional
Del mismo modo, en el marco de sus programas de
colaboración internacional, Cuba forma también cada año cerca de 29.000
estudiantes extranjeros en ciencias médicas en tres carreras: medicina,
enfermería y tecnología de salud, en ocho países del mundo (Venezuela, Bolivia,
Angola, Tanzania, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Timor Leste[10]).
Desde 1963 y el envío de la primera misión
médica humanitaria a Argelia, Cuba se ha comprometido a curar a las poblaciones
pobres del planeta, en nombre de la solidaridad internacionalista y de los
siete principios de la medicina cubana (equidad, gratuidad, solidaridad,
accesibilidad, universalidad, corresponsabilidad y justicia).[11]
Las misiones humanitarias cubanas se extienden por cuatro continentes y
revisten un carácter único. En efecto, ninguna otra nación del mundo, incluso
las más desarrolladas, ha tejido semejante red de cooperación humanitaria a
través del planeta. Así, desde su lanzamiento, cerca de 132.000 médicos y otro
personal de salud trabajaron voluntariamente en 102 países.[12] En total, los médicos
cubanos curaron a más de 85 millones de personas en el mundo y salvaron 615.000
vidas.[13]
Actualmente 31.000 colaboradores médicos ofrecen sus servicios en 69 naciones
del Tercer Mundo.[14]
Según el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), “uno de los ejemplos más exitosos de la cooperación cubana
con el Tercer Mundo es el Programa Integral de Salud para América Central, el
Caribe y África”.[15]
En el marco del Alianza Bolivariana para los
pueblos de Nuestra América (ALBA), Cuba y Venezuela decidieron lanzar en julio
de 2004 una amplia campaña humanitaria continental con el nombre de Operación
Milagro. Consiste en operar gratuitamente a latinoamericanos pobres víctimas de
cataratas y otras enfermedades oculares, pero que se encuentran en la
imposibilidad de financiar una operación que cuesta entre 5.000 y 10.000
dólares según los países. Esta misión humanitaria se ha extendido a otras
latitudes (África, Asia). La Operación Milagro dispone de 49 centros
oftalmológicos en 15 países de América Central y el Caribe.[16] En 2011, más de dos
millones de personas de 35 países recobraron la vista.[17]
La
medicina de desastre
En cuanto a la medicina de desastre, el Centro
por la Política Internacional de Washington, que dirige Wayne S. Smith, antiguo
embajador estadounidense en Cuba, apunta en un informe que “no hay ninguna duda
en cuanto a la eficiencia del sistema cubano. Sólo unos cubanos perdieron la
vida en los 16 huracanes más importantes que golpearon la isla en la última
década, y la probabilidad de perder la vida en un huracán en Estados Unidos es
15 veces superior a la de Cuba”.[18]
Este informe agrega que :
“contrariamente a Estados Unidos, la medicina de desastre en Cuba forma parte integrante de la carrera médica, y la educación de la población sobre el modo de actuar empieza en la escuela primaria […]. Incluso los niños más pequeños participan en los ejercicios y aprenden los primeros auxilios así como las técnicas de supervivencia, muchas veces a través de dibujos animados, así como el modo de plantar hierbas medicinales y encontrar comida en caso de catástrofe natural. El resultado es la adquisición de una fuerte cultura de prevención y de una preparación sin equivalente”.[19]
Un
índice de desarrollo humano elevado
Esta inversión en el campo de la salud –un 10%
del presupuesto nacional– ha permitido a Cuba conseguir resultados
excepcionales. Así, gracias, entre otros, a su medicina preventiva, la Isla del
Caribe dispone de la tasa de mortalidad infantil –un 4,9 por mil (frente a un
60 por mil en 1959) – más baja de América –inferior a la de Canadá y Estados
Unidos– y del Tercer Mundo. Del mismo modo, la esperanza de vida de los cubanos
–78,8 años (frente a 60 años en 1959) – es similar a la de las naciones más
desarrolladas.[20]
Las más importantes instituciones
internacionales alaban este desarrollo humano y social. Así, el Fondo de
Población de las Naciones Unidas señala que Cuba “adoptó hace más de medio
siglo programas sociales muy avanzados, que han posibilitado al país alcanzar
indicadores sociales y demográficos comparables con los de países
desarrollados”. El Fondo agrega que “Cuba es una evidencia que permite concluir
que las limitaciones de las economías en desarrollo no constituyen
necesariamente un obstáculo insalvable en el progreso del estado de salud, el
cambio demográfico y el bienestar”.[21]
Cuba sigue siendo una referencia mundial en el
campo de la salud, particularmente para las naciones del Tercer Mundo.
Demuestra que es posible alcanzar un alto nivel de desarrollo social, a pesar
de los recursos limitados y de un estado de sitio económico sumamente severo
que impone Estados Unidos desde 1960, con tal que se ubique al ser humano en el
centro del proyecto de sociedad.
Notas
[1]
José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», Granma, 11 de julio de 2012.
[2]
Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors Examine Cuba’s Approach», Center for International Policy, 9 de
julio de 2012. http://www.ciponline.org/research/html/disaster-medicine-us-doctors-examine-cubas-approach
(sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[3]
José A. de la Osa, « Egresa 11 mil médicos de Universidades
cubanas », op. cit.; Ministerio de Relaciones Exteriores, «Graduados
por la Revolución más de 100.000 médicos», 16 de julio de 2009. http://www.cubaminrex.cu/MirarCuba/Articulos/Sociedad/2009/Graduados.html
(sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[4] Organisation mondiale de la santé, «Cuba: Health Profile», 2010. http://www.who.int/gho/countries/cub.pdf (sitio consultado el 18
de julio de 2012); Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors Examine
Cuba’s Approach», op. cit.
[5]
José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», op.cit.
[6] Organisation mondiale de la santé, « Cuba ayuda a formar más médicos », 1 de
mayo de 2010. http://www.who.int/bulletin/volumes/88/5/10-010510/es/ (sitio consultado el 18 de
julio de 2012).
[7]
Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, «Historia de la ELAM». http://www.sld.cu/sitios/elam/verpost.php?blog=http://articulos.sld.cu/elam&post_id=22&c=4426&tipo=2&idblog=156&p=1&n=ddn
(sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[8] Agencia cubana de noticias, «Over
15,000 Foreign Physicians Gratuated in Cuba in Seven Years», 14 de julio de
2012.
[9] Organisation mondiale de la santé, «Cuba
ayuda a formar más médicos», op. cit.
[10]
José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», op. cit.
[11]
Ladys Marlene León Corrales, «Valor social de la Misión Milagro en el contexto
venezolano», Biblioteca Virtual en Salud
de Cuba, marzo de 2009. http://bvs.sld.cu/revistas/spu/vol35_4_09/spu06409.htm
(sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[12]
Felipe Pérez Roque, «Discurso del canciller de Cuba en la ONU», Bohemia
Digital, 9 de noviembre de 2006.
[13] CSC
News, «Medical Brigades Have Treated 85 million», 4 de
abril de 2008. http://www.cuba-solidarity.org.uk/news.asp?ItemID=1288
(sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[14]
Felipe Pérez Roque, «Discurso del canciller de Cuba en la ONU», op. cit.
[15]
Programme des Nations unies pour le Développement, Investigación sobre ciencia, tecnología y desarrollo humano en Cuba,
2003, p.117-119. http://www.undp.org.cu/idh%20cuba/cap6.pdf (sitio
consultado el 18 de julio de 2012).
[16]
Ministerio de Relaciones Exteriores, «Celebra Operación Milagro cubana en
Guatemala», República de Cuba, 15 de
noviembre de 2010. http://www.cubaminrex.cu/Cooperacion/2010/celebra1.html (sitio
consultado el 18 de julio de 2012) Operación Milagro, «¿Qué es la
Operación Milagro?». http://www.operacionmilagro.org.ar/ (sitio
consultado el 18 de julio de 2012).
[17] Operación
Milagro, «¿Qué es la Operación Milagro?», op. cit.
[18] Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors
Examine Cuba’s Approach», op. cit.
[19] Ibid.
[20] Ibid.
[21]
Raquel Marrero Yanes, « Cuba muestra indicadores sociales y demográficos
de países desarrollados », Granma,
12 de julio de 2012.
Salim Lamrani |
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Texto original : Cuba,
a ilha da saúde
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