Infiltraron un ejército de mercenarios desde Turquía, cuyos
actos terroristas en contra de la población, fueron endosados a Bashar Al-Asad.
Crearon un escenario mediático de “guerra civil”, para justificar la aplicación
de la doctrina imperial de la “seguridad humana”, con la excusa de “proteger a
los civiles” a través de “medidas humanitarias”, como las que ensayaron en
Libia, con su más de 20.000 “bombardeos humanitarios”.
Como en Libia, también en Siria Al-Qaeda -comandada por
Abdelhakim Belhaj, lugarteniente de Bin Laden- ha sido protagonista. Se
confirma la tesis según la cual Al-Qaeda fue promovida por la CIA para
enfrentar a la URSS en Afganistán y la opinión de algunos expertos, que
consideran el atentado a las torres gemelas como una operación encubierta,
ejecutada para “justificar” las sangrientas guerras imperialistas “contra el
terrorismo” en Afganistán, Irak, Libia y ahora Sira, sembrando el terror y
provocando la muerte de millones.
Por ahora la OTAN, la UE y la Liga Árabe no respaldaron la
iniciativa del “nobel de la paz” de realizar un “ataque limitado” a Siria.
Tampoco lo acompañó el 75 % de los estadounidenses. Enredado en sus falacias,
Obama no pudo convencer a la mayoría del Congreso de su acusación contra Bashar
Al-Asad por el uso armas químicas contra su pueblo y el informe de la ONU no lo
responsabiliza directamente. Mientras tanto, se fortalece la versión que apunta
a los “rebeldes” como ejecutores de la masacre. Ante un escenario de
aislamiento, EEUU aceptó la propuesta de Rusia de “congelar el ataque”,
contando con el compromiso de Siria de suscribir la convención contra las armas
químicas y deshacerse de su arsenal, reafirmando con ello su voluntad de buscar
un acuerdo político que detenga la injerencia que desangra a ese país. Ante la
derrota política, la canalla imperialista impulsa una provocación desde Turquía
para justificar un ataque de la OTAN. Amanecerá y veremos.