Ramiro Gálvez Aldana & Iván Gabriel Corredor
Castillo
La economía capitalista internacional desde
mediados de los años 80 se ha caracterizado principalmente por el cambio de
tendencia del régimen salarial vigente. En la así llamada “edad de oro”,
predominó un régimen en el cual la remuneración de los trabajadores estaba
estrechamente asociaba al desempeño de la productividad laboral. En dicho caso
los salarios ascendían al ritmo del incremento de la productividad. Fueron las
épocas del auge de las políticas keynesianas, del New Deal y del Estado del
Bienestar.
El economista francés Michel Husson, miembro del
Concejo científico de ATTAC, subraya que “este reparto era relativamente
equilibrado durante la “edad de oro”, que se extendió desde la Segunda Guerra
Mundial hasta la crisis de mediados de los años 70, tras lo cual dicho
equilibrio se puso en cuestión de forma brutal”. Desde mediados de los años 80,
“todas las palancas fueron utilizadas, principalmente el choque de la subida de
las tasas de interés y la mundialización, pero la herramienta esencial fue la
subida del paro que provocó la crisis”. Puntualiza que “se trata de un
resultado sólidamente establecido en datos estadísticos incontestables, que se aplica
a la mayoría de los países, tanto del Norte como del Sur… La parte salarial
comienza a bajar, luego tiende a estabilizarse a un nivel históricamente muy
bajo”[1].