Ha habido autores que han proporcionado una idea o un
instrumento decisivo para el progreso de la sociedad en su momento. Pero la
aportación de Leibniz fue arquitectónica en el sentido de que proporcionó
estructuras básicas para la configuración de ese paradigma cultural en el que
hoy problemáticamente nos movemos y que llamamos Modernidad. Posteriormente,
otros muchos irían dotando de matices, contenidos concretos y consecuencias las
grandes líneas arquitectónicas trazadas por Leibniz.
Leibniz aportó ideas de tan largo alcance como el sistema
numérico binario, la idea del inconsciente, la concepción de Europa como unidad
cultural, la formulación de una metafísica de la individualidad, la relevancia
de la creación de revistas y sociedades científicas, la consideración de la
mujer como sujeto científico y filosófico equiparable al hombre, o una
concepción intercultural de la constitución del saber. Estos son algunos
ejemplos de ideas leibnizianas que antes o después tuvieron un efecto
multiplicador y constituyeron la trama intelectual sobre la que se construyó la
Modernidad.