“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
15/6/09
Entre el hiperliderazgo y el hipoliderazgo
12/6/09
¡Qué almuerzo! Frijoles con paticas de cochino
Omar MontillaSiguiendo el consejo, en mi casa pusieron manos a la obra para preparar el frijol, de acuerdo a la tradicional forma de prepararlo en Venezuela: Antes de cocer las semillas de frijol deben lavarse con agua corriente para eliminar tierra y hojas secas. Después hay que ponerlas a remojar, antes de cocinarlos, durante no menos 6 horas (mi tía Rosalía (Qepd) dejaba reposar los frijoles en agua toda la noche), ya que así se mejora la textura y se facilita la digestión. Por cada kilogramo que se prepare, puede agregarse una cucharadita de bicarbonato de sodio, a fin de que el calor no reblandezca excesivamente las semillas. La cocción puede realizarse en olla de presión (30 minutos después de que sale vapor a través de la válvula de la tapa) o en recipientes de peltre o barro (aproximadamente 4 horas), siempre con abundante cantidad de agua. Las paticas de cerdo, cochino, marrano o puerco (escoja usted) se ponen a cocinar aparte, y cuando estén listas, se le agregan a la olla donde estemos preparando los frijoles. Una vez concluido este proceso puede incluirse la sal (hacerlo antes puede endurecer al frijol) y el sofrito, preparado a base cebolla, pimentón, ají dulce, ajos, cilantro, onoto o achote y sal al gusto, tal como lo hizo
Siguen los atropellos contra el pueblo de Choroní
10/6/09
Un héroe y mártir llamado “El León del Desierto”
3/6/09
¿Por qué los EEUU están en recesión económica?
31/5/09
Todo le sale muy mal a ToyoVisión
Feliciano Carvallo [Venezuela] "La mujer y la patilla" |
24/5/09
Castigo para el mataperros de Maracay
23/5/09
Otro apoyo a la idea de la fabricación artesanal de cerveza
21/5/09
Una plaza, una historia, una vivencia
El reloj de sol todavía vigila la Plaza El Venezolano |
20/5/09
El Brunello di Montalcino
Montalcino es una zona especial que se encuentra en la provincia de Siena, ubicada sobre una colina, muy arcillosa y protegida por valles que la convierten en la zona más árida de la Toscana con apenas
Su color es un rojo rubí muy intenso pero su aspecto es joven. Su perfume es muy complejo, porque nos parece que es fresco, amplio y profundo. Todos sabemos que es muy difícil definir el gusto que nos proporciona un vino, por eso los catadores y los críticos se desviven por usar las palabras mas ampulosas para hacer sus descripciones. Sólo diré que este vino, no sólo cautiva, sino que deja un retrogusto muy largo y cálido que permite disfrutarlo mejor, quizá porque su cuerpo está impregnado de tanino maduro.
Una vez terminada la fermentación alcohólica, comienza espontáneamente la llamada fermentación maloláctica, que es un proceso natural que transforma el ácido málico en ácido láctico y hace suave el vino. Esta segunda fermentación puede durar de algunas semanas a algunos meses, a causa de diferentes factores, como la temperatura de
En este lugar se producen quizá los mejores vinos de Italia, como lo es el “Brunello di Montalcino”, y no se le queda atrás otro que han denominado “Rosso de Montalcino”. Los precios son muy variables, dependiendo de la añada y otros factores. Una botella de Brunello puede costar desde 20 euros hasta más de 200 o 300, sin contar con aquellas botellas especiales, casi únicas que pueden llegar hasta los 5.000 euros. El Rosso es más popular, menos costoso y tan bueno como cualquiera de su clase. Los vinos de Montalcino muestran un magnífico equilibrio y para gozar plenamente de sus cualidades, se recomienda decantarlos al menos 1 hora antes de gustarlo. El Brunello di Montalcino, con el Chianti y el Nobile di Montepulciano forman el trío de los vinos que la región de Toscana ofrece al mundo.
19/5/09
Notas sobre la vida y la muerte de mi abuelo Isaías Pérez Borjas
Ese período que va de 1830, cuando Venezuela se separa de lo que era Colombia, hasta
Monagas también gobernó una segunda vez a partir del 31 de enero de 1855 hasta el 15 de marzo de 1858, fecha en la que fue derrocado por Julián Castro; pero éste también fue tumbado el 1 de agosto de 1859. El general Monagas, que se mantenía activo a pesar de que era un octogenario no se aguantó más y quiso volver a gobernar a Venezuela para lo cual promovió una de las primeras revoluciones de colores de que tengamos noticias, la “revolución azul”, a partir del 25 de junio de 1868, la que, triunfante, “invitó” al Congreso para que nombrara a Monagas para un nuevo período. La muerte vino en auxilio de Venezuela y se llevó al general José Tadeo el 18 de noviembre de ese mismo año, antes de tomar posesión. Manuel Felipe de Tovar fue el primer presidente elegido por sufragio universal directo y secreto (12 de abril de 1860), pero renunció o lo renunciaron, el 20 de mayo de 1861, cuando mi abuelo tenía 18 años y comenzaba su andar por la vida.
En la época de la lucha por la independencia los pobladores de El Tocuyo y sus alrededores, permanecieron leales a España, a excepción de unos pocos, como siempre, entre ellos el que después sería el general José de
Para la época en que nació mi abuelo, el valle de El Tocuyo albergaba quizás las haciendas más prósperas del país, porque se encontraban abrigadas de las constantes guerras civiles que azotaron a nuestro país, a pesar que se hallaba en la ruta que desde la época colonial comunicaba a Venezuela con
Una disputa con sus hermanos por la repartición de la herencia, le hicieron tomar la determinación de abandonar su casa de El Tocuyo y trasladarse hasta Guajirita, un poco mas allá de El Molino, donde se encontró con Rafaela López [1], mi abuela, con quien tuvo 6 hijos, que se sumaron a los otros 6 que ya había procreado antes. En 1904, cuando don Isaías contaba 61 años nació mi tío Miguel Ángel, nombre con el cual fue bautizado para honrar al artista italiano. El último de sus hijos Jesús María, nació en 1916, cuando don Isaías contaba 73 años. Era un hombre que se había graduado de bachiller en el Colegio La Concordia, bajo la dirección del eminente maestro Egidio Montesinos, por lo que su nivel cultural estaba muy por encima del común de la población de nuestro país en aquella época, y nos referimos a la sexta década del siglo XIX.
La conjugación de ese nivel cultural con la riqueza material, más lo que se ha denominado “don de gente”, que hoy se traduciría como “carisma”, más su impecable apariencia física y adornada con un par de ojos azules, de contextura delgada, casi enjuto y de estatura mediana, ejercitada diariamente en el campo, hacían a don Isaías prácticamente irresistible para las mujeres. Sólo por la imposición del padre José de
El Tocuyo siempre se destacó por sus actividades agrícolas, prevaleciendo entre ellas el cultivo de la caña de azúcar y en los pueblos aledaños el cultivo del café, productos que a través de esas montañas eran transportados hasta Motatán, estado Trujillo donde eran trasbordados en el ferrocarril que los llevaba al puerto de La Ceiba en el lago de Maracaibo. La prosperidad de esta ciudad comenzó a declinar con la construcción de la carretera trasandina, construida durante el gobierno de Juan Vicente Gómez e inaugurada el 24 de julio de 1925, tres años antes de la muerte de don Isaías. Si bien durante la guerra de independencia El Tocuyo y su oligarquía siguieron siendo fieles al rey, durante los peores momentos de nuestras guerras civiles el triángulo formado por los estados Trujillo, Portuguesa y Lara, densamente poblado y dedicado fundamentalmente al cultivo del café, fue un reducto inexpugnable contra las tiranías, y el último de sus fieros guerreros fue el general José Rafael Montilla, primo hermano de Antonio Montilla mi abuelo paterno, cuya vida ha sido ampliamente documentada por el historiador José León Tapia. Como castigo por esa rebeldía, El Tocuyo, Guarico, Chabasquén, Biscucuy y Boconó fueron marginados, dejados de lado, y en su lugar se perfiló el eje Carora-Valera, que permitió un gran desarrollo económico a esas comunidades, en desmedro de las primeras, situación que todavía, 84 años después se mantiene como monumento a una injusticia histórica.
Mi abuelo Isaías tuvo una muerte singular y digna de ser contada: uno de sus hijos, el penúltimo de nombre Pablo Marcial mientras se divertía con sus amigos en una de las haciendas de El Tocuyo, fue herido de bala en forma accidental. Avisado don Isaías del hecho corrió rápidamente hasta el lugar donde se encontraba el hijo herido, inconsciente y tendido en el suelo, justo cuando éste iba a ser trasladado para ser reconocido por un médico. Fue tanta la impresión que le causó el episodio a papá Isaías, que se dio media vuelta, se dirigió a su casa, se encerró en su cuarto y nunca más, durante el tiempo que medió hasta que murió, que fue aproximadamente un año, pronunció palabra alguna.
De nada valieron los cuidados que le proporcionó su hijo mayor de nombre Pastor Valera, quien cursaba medicina en