Loïc Wacquant
¿Cómo conoció usted a
Pierre Bourdieu?
Conocí a Bourdieu en una conferencia pública que daba sobre
“Cuestiones políticas”, una tarde gris de noviembre de 1980 en la École
Polytechnique. Tras la conferencia, que me pareció densa y abstrusa, el debate
se prolongó en la cafetería con un grupo de estudiantes hasta el amanecer. Ahí,
Bourdieu diseccionó con una maestría de cirujano las relaciones subterráneas
entre política y sociedad en Francia, en vísperas de las elecciones de 1981.
Fue como una iluminación para mí y en seguida me dije: “Si esto es la
sociología, es lo que quiero hacer”. Así que me matriculé en un curso de
sociología en Nanterre y comencé a “hacer novillos” en la École des HEC
[escuela de economía] para poder asistir a sus clases en el Collège de France,
al final de las cuales solía apostarme para esperarle pacientemente y asaltarle
con preguntas. Tomamos la costumbre de ir andando y charlando juntos hasta su
casa. Eran como unas fabulosas clases particulares para un aprendiz de
sociólogo como yo.