Eduardo Febbro
Los populismos xenófobos llenan las urnas, el desempleo se
incrementa, la desindustrialización prosigue sin piedad su trabajo de
deconstrucción social y la izquierda europea se muere en los brazos de su
enemigo. Su discurso se ha vuelto tan débil que es inaudible. Con la escasa
excepción de Grecia y España donde prosperan fuerzas de la izquierda radical,
Syriza y Podemos, la socialdemocracia del Viejo Continente está en vías de
extinción. Sus sepultureros no son sólo los ejércitos del liberalismo, sino,
también, los gobiernos socialistas elegidos para llevar adelante otra política
y que hoy, como el primer ministro francés Manuel Valls, dicen en voz alta que
es preciso terminar “con la izquierda del pasado”. ¿Para qué sirve entonces
Marx, la tradición del socialismo democrático, las luchas obreras y la
injusticia que todo demuele si la izquierda europea no logra reinventar una
alternativa? A estas preguntas responde el sociólogo y filósofo marxista
Michael Löwy. Director de investigaciones en el CNRS francés (Centro Nacional
de la Investigación científica), profesor en la Escuela de Altos Estudios en
Ciencias Sociales, Löwy es autor de reconocidos libros sobre el marxismo.