Sergio Grez Toso | El
debate en Chile acerca de la conveniencia y factibilidad del uso de las
elecciones como medio para lograr concretar las aspiraciones populares es muy
antiguo. Podría decirse que ha tenido lugar a lo menos desde fines del siglo
XIX, junto con el surgimiento de una izquierda política que se distinguió́
claramente del liberalismo de las clases dirigentes. Incluso es posible
encontrar algunos elementos de esta discusión en periodos aun más pretéritos,
cuando los sectores populares, especialmente los artesanos urbanos, intentaron
constituirse como sujetos sociales con identidades políticas propias, aunque
–por aquella época– no antagónicas al liberalismo de la elite dirigente.
La pugna que ha opuesto a las “dos almas” de la izquierda y
el movimiento popular, la institucionalista o gradualista versus la rupturista,
alcanzó su máximo desarrollo en la izquierda social y política chilena durante
el siglo XX, adquiriendo –en ciertas coyunturas históricas– mayor relieve el
tema de la participación en las elecciones.
Es objeto de este trabajo exponer sucintamente las grandes
líneas de los debates y de la praxis histórica de la izquierda chilena,
respecto del uso del sufragio y la conquista de espacios en el sistema
representativo como medio para la defensa de los intereses populares.










