“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

19/6/16

Crisis del capitalismo periférico y la bancarrota del extractivismo

Daniel Libreros, Camila Galindo & John Gómez

Es un hecho constatable la caída en los precios internacionales de las materias primas y alimentos (comodities) en los mercados internacionales de capitales a partir del 2012. El caso del petróleo es ilustrativo; sus precios presentaron oscilaciones recurrentes en las últimas décadas. Así, en el lapso 1988-2001 mantuvieron una relativa estabilidad moviéndose en la franja que va de 15 a 40 dólares barril siendo el punto más alto el año 1990 debido a la invasión norteamericana en el golfo pérsico, mientras que el punto más bajo quedó evidenciado en 1998 a causa de la crisis económica internacional que en ese momento focalizada en los llamados tigres asiáticos y en Rusia. Durante el lapso 2002-2008, lo precios del crudo llegaron al tope máximo alcanzando los 146 dólares barril. La crisis general del neoliberalismo en 2007-2008/1 hizo que los precios se descolgaran a 36 dólares barril y a la salida de la misma volvieron a superar los 100 dólares para caer nuevamente en el lapso 2012-2014 a los niveles actuales en donde fluctúan entre los 36 y los 50 dólares barril. (ver Gráfica 1).

18/6/16

Francia: ¡bienvenida la lucha de clases!

Maciek Wisniewski
En Las luchas de clases en Francia (1850) –una serie de artículos publicados luego como panfleto separado (1895)–, Carlos Marx, analizando las grandes transformaciones políticas por las que a mitad del siglo XIX pasa este país, describe la lucha de clases como “política ejercida en ‘terreno ideológico’ y en ‘disfraces ideológicos’”. Hoy, desde luego, seguimos en el terreno ideológico e incluso –por la contraofensiva del neoliberalismo– quizás más que nunca. Seguimos, también, en el teatro de los disfraces. En la escena política francesa destacan las patéticas figuras de François Hollande y Manuel Valls, que sólo andan de socialistas para representar mejor los intereses clasistas de la patronal y del gran capital. Pero después de varios años de aburrimiento y tras oscuros meses de desmovilización por las amenazas del terror y miedo inducido desde el Estado, finalmente se caen las máscaras.

Las intensas movilizaciones sindicales –huelgas, piquetes, bloqueos, hasta luchas en las barricadas– y el surgimiento del movimiento Nuit debout en respuesta a la neoliberal reforma laboral que aumenta horas de trabajo, facilita despidos, anula la negociación colectiva y contratos por rama gremial, arrastrando a los trabajadores de vuelta al siglo XIX y tiempos de Marx, constituyen un nuevo capítulo en las luchas de clases en Francia.

Francia es el centro de la crisis europea

Rafael Poch
El ambiente en París, ciudad en la que palpita el corazón de Francia, se está haciendo más rebelde. Desde que el 19 de febrero se colgara en la red la llamada contra la ley laboral que fue inmediatamente firmada por más de un millón de personas, se han sucedido nueve jornadas de protesta y huelga sindical, y multitud de manifestaciones. En ese caldo nació la ocupación de las plazas, el 31 de marzo, y se alzaron los estudiantes. Desde entonces cada día ocurre algo, algún desafío, alguna protesta. Qué lejos queda el ambiente del pasado otoño, cuando era el Frente Nacional quien determinaba los temas del debate público y las políticas xenófobas, identitarias y de seguridad ante el terrorismo. Hoy es lo social lo que prima. Y como telón de fondo, cada vez más presente, el descrédito de la Unión Europea.

El epicentro del problema no es el Brexit. Una eventual salida del Reino Unido de la UE es económicamente irrelevante (hay mucha exageración ahí), pero políticamente debilitaría la influencia de Estados Unidos, del que el Reino Unido ha sido el más solicito servidor, en el continente. Solo por eso harán cualquier cosa por evitarla, pero el verdadero problema está en Francia. Fue Francia, no Inglaterra, la fundadora de lo que se está desmoronando desde 2007. Y es aquí donde se decidirá la verdadera partida.

16/6/16

Friedrich Hölderlin y el asalto de los cielos

Friedrich Holderlin
✆ Fabrizio Cassetta
Helena Cortés Gabaudan
No hace mucho que el conocido líder de uno de los partidos políticos surgidos recientemente en España usaba como eslogan de éxito la metáfora ‘asaltar el cielo’, haciéndola sinónima de un acto de rebeldía consistente en tomar por la fuerza, sin aguardar ‘consenso’, ese lugar donde normalmente sólo pueden habitar los dioses y que los mortales contemplan cohibidos desde abajo, consumando de esa guisa una suerte de revolución o inversión. Esta expresión tan de moda en la reciente actualidad española[1] era ya de uso bien conocido en Alemania desde hace tiempo, habiendo pasado por bocas y plumas germánicas tan célebres como la de Carlos Marx –hablando en una carta a Ludwig Kugelmann del ejemplo dado por los insurrectos parisinos de La Comuna– como también de Hitler, quien hacía gala con ella de la eficacia de su sexto ejército de élite, con el que –según él– podría “asaltar el cielo”. A su vez, este giro tenía ya antecedentes en el ámbito romántico-alemán, cuyos pensadores no hacían sino utilizar una metáfora procedente del mundo griego basada en el célebre mito de los gigantes hijos de Poseidón que trataron de saltar el Olimpo para derrocar a los dioses.

Pues bien, aprovechando la fortuna mediática de que goza en estos momentos dicha frase, vamos a pararnos a analizar aquí –al margen de cualquier conexión con la actualidad política– cuál era realmente el sentido y alcance de la misma cuando fue usada y acuñada con fortuna por el poeta alemán Friedrich Hölderlin en las postrimerías del siglo XVIII. El alcance de dicha expresión en su obra no es para nada baladí, ya que también el contexto en que usa Hölderlin la frase es netamente político y ayuda a esclarecer cuál fue su idea respecto a los métodos y posibilidades de implantación de la democracia en su contexto histórico particular.

11/6/16

La relación locura-literatura según Michel Foucault

Patricia Zamudio

En el presente trabajo  trataremos de abordar la relación entre locura y literatura que ha establecido Michel Foucault, necesitando para ello hacer una revisión de su pensamiento, por ello, en la primera parte se hace un breve recorrido por las ideas más sobresalientes al respecto. La segunda parte presenta una exposición del texto “La locura, la ausencia de obra”, para finalmente recoger en la última parte las conclusiones del trabajo.

Foucault (1926-1984)  se ha configurado como un pensador de suma importancia no solamente en el ámbito filosófico, también es un referente en otros campos del conocimiento: psicología, historia, política, por mencionar algunos. De sus datos biográficos Minello Martini (1999) menciona que nació en el seno de una familia burguesa en Francia en el año de 1926. Entre los movimientos socio-políticos entre los que se desenvuelve su vida se encuentran: la coalición de partidos políticos de izquierda, la Guerra Civil Española, los conflictos de su país con Alemania por los territorios fronterizos de Alsacia y Lorena, así como la Segunda Guerra Mundial. También hace notar que predominan en el ambiente filosófico en los años que van del 45 al 60  las fenomenologías y el hegelianismo y a partir del 60 hay un predominio del estructuralismo, además permeaba en el ambiente el legado de Kant, así como el de Descartes.

9/6/16

Jackson Pollock: una crítica de su éxito

Jackson Pollock  ✆ Nº 1, 1950
Jonathan Goodman

Seguimos rezando periódicamente a Jackson Pollock, no solo porque es un gran artista profundamente estadounidense, sino porque su mitología fluctúa en un mercado que solo podemos calificar de saturado para su arte. Hubo una época en que Pollock y sus demás colegas –Gorky y De Kooning– eran terriblemente pobres, pero su tenacidad y creatividad se tradujeron en enormes cantidades de dinero contante y sonante. Aún hoy existen artistas que quieren hacer carrera manteniendo estilos que hacen referencia activa a un movimiento que tuvo su momento de esplendor… ¡a mediados del siglo pasado! Después de todo el tiempo que ha pasado, los neoyorquinos siguen empeñados en la relevancia del arte expresionista, creado en su mayor parte sin un sujeto reconocible. Parece como si el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) organizara una exposición de Pollock cada dos años, más o menos. Tal vez esto sea una exageración, pero lo cierto es que no somos capaces de dejar que el tipo se disuelva pacíficamente en la historia del arte. Esto guarda relación con un determinado momento de Estados Unidos: el breve periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando habíamos salvado al mundo del fascismo y nuestras ocultas tácticas imperialistas no habían salido a la luz.

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Es importante situar a Pollock en su contexto, sin el cual podríamos sucumbir al mito de su incuestionada grandeza. Sus depresiones, su debilidad por las mujeres y su alcoholismo construyeron una fama que le precedía y rodeaba como persona, pero que no explicaba necesariamente el éxito de su creatividad. Pollock, más o menos un chico malo –recordemos al pintor orinando en la chimenea de la famosa coleccionista Peggy Guggenheim en Nueva York–, superó con bastante tenacidad sus vulnerabilidades y cambios de humor para producir, durante poco menos de diez años, un conjunto de obras que siguen siendo sobresalientes, luminosamente inspiradas, y que conservan una frescura técnica y estilística.

6/6/16

La conspiración de los robots

Paula Bach
Las páginas de la prensa en general y la británica en particular están desde hace un tiempo plagadas de información sobre las habilidades de los robots, los vehículos “driverless” y la “inteligencia artificial”. Autos sin conductor diseñados por Google,barcos autónomos ideados por el Pentágono, humanoides que podrían operarcon escasa colaboración de médicos de carne y hueso, robots pensados por Airbus para trabajar junto a humanos en la línea de montaje o la plataforma de inteligencia artificial Amelia que, según dicen, maneja treinta idiomas y puede aprender a interactuar con humanos.

Pero la información -que se ocupa de destacar particularmente imágenes humanoides- no viene sola ni es gratis. Su correlato lo constituyen insistentes preguntas aviesas del tipo: “Robots: ¿amigos o enemigos del hombre?”, “¿más o menos eficaces que los humanos?” “¿los robots son buenos o malos para la humanidad? o, más directamente, afirmaciones tales como: “millones de trabajadores perderán sus empleos”.

30/5/16

Hace 100 años Lenin publicó “El imperialismo. Fase superior del capitalismo”

Eduardo Lucita

Hace cien años un simple folleto daba cuenta de las profundas modificaciones que estaban ocurriendo en el sistema capitalista mundial y que se manifestarían a lo largo de todo el siglo pasado. Hoy las evidencias indican que se estaría en una nueva fase dentro de lo que desde entonces se conocería como fase superior.

En 1916 editado como un folleto –1ra. Edición como libro en 1917- apareció “El imperialismo. Fase superior del capitalismo” del líder de la revolución bolchevique V. I. Lenin. En cierta forma el texto siguió el mismo derrotero que El Manifiesto Comunista de Marx y Engels, editados para la coyuntura terminaron siendo libros de lectura imprescindible para comprender la evolución del capitalismo contemporáneo y para la formación de generaciones y generaciones de jóvenes que soñaron –muchos lo hacen aún- con cambiar el mundo de raíz.

25/5/16

Lenin y el Bolchevismo

Lenin ✆ Andreev
Lars T. Lih
En un reciente debate en la red, ha salido con frecuencia la cuestión de las ideas de Lenin sobre la relación entre el bolchevismo y el partido en su conjunto. Me gustaría arrojar algo de luz a este problema examinando sus puntos de vista en tres momentos: 1912, 1917 y 1920. En este primer artículo, examinaré el material de 1912.

Las ideas de Lenin sobre este asunto en los años previos a la I Guerra Mundial pueden ser resumidas sucintamente: el bolchevismo es una fracción (fraktsiia), una parte de un todo mayor, es decir, el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). El bolchevismo era un partido dentro de un partido: igual que el POSDR representaba una plataforma dentro de la sociedad en general, el bolchevismo defendía un conjunto específico de ideas tácticas dentro del más amplio Partido Social Demócrata. Como un partido político frente a la sociedad, la fracción bolchevique tenía ideas particulares sobre el funcionamiento del partido: propagaba esas ideas y trató de hacer que las instituciones centrales del partido se inspiraran en ellas. Pero incluso cuando el bolchevismo tuvo el control del Comité Central, no se convirtió en el partido. Uno podía aún ser miembro del partido y no ser bolchevique; de hecho esto era visto como la situación normal. «Fraktsiia ne est’ partiia»: Una fracción no es un partido.

13/5/16

Origen y auge de las lumpenburguesías latinoamericanas — Élites económicas y decadencia sistémica

Factor X © Silvia Lavric
Jorge Beinstein
A raíz de la llegada Mauricio Macri a la presidencia se desato en algunos círculos académicos argentinos la reflexión en torno del modelo económico que la derecha estaba intentando imponer. Se trato no solo de hurgar en los Curriculum vitæ de ministros, secretarios de estado y otros altos funcionarios sino sobre todo en la avalancha de decretos que desde el primer día de gobierno se precipitaron sobre el país. Buscarle coherencia estratégica a ese conjunto fue una tarea ardua que a cada paso chocaba con contradicciones que obligaban a desechar hipótesis sin que se pudiera llegar a un esquema mínimamente riguroso. La mayor de ellas fue probablemente la flagrante contradicción entre medidas que destruyen el mercado interno para favorecer a una supuesta ola exportadora evidentemente inviable ante el repliegue de la economía global, otra es la suba de las tasas de interés que comprime al consumo y a las inversiones a la espera de una ilusoria llegada de fondos provenientes de un sistema financiero internacional en crisis que lo único que puede brindar es el armado de bicicletas especulativas.

Algunos optaron por resolver el tema adoptando definiciones abstractas tan generales como poco operativas (“modelo favorable al gran capital”, “restauración neoliberal”, etc.), otros decidieron seguir el estudio pero cada vez que llegaban a una conclusión satisfactoria aparecía un nuevo hecho que les tiraba abajo el edificio intelectual construido y finalmente unos pocos, entre los que me encuentro, llegamos a la conclusión de que buscar una coherencia estratégica general en esas decisiones no era una tarea fácil pero tampoco difícil sino sencillamente imposible.

11/5/16

Pensando la crisis económica mundial

Tras esta breve introducción sintetizando los nudos de la crisis económica mundial, reunimos aquí los últimos artículos referidos a análisis y caracterización publicados por la autora

Paula Bach  

A través del conjunto de elementos que construyen la compleja trama de la economía mundial en la crisis vigente, hemos analizado y distinguido en los artículos que presentamos a continuación, los que nos han parecido los nudos conceptuales fundamentales. Nudos que a nuestro entender permiten dar un orden al modo caótico en el que los hechos empíricos se presentan y derivar posibles escenarios.

El estado actual de la relación China-Estados Unidos resulta a nuestro entender uno de esos nudos. El lento crecimiento de la economía mundial de los últimos siete años terminó estableciendo un límite al vigoroso crecimiento chino. La menor pujanza del gigante asiático y su necesidad de trocar el “modelo exportador” por uno mercadointernista, comienzan a transformarlo del receptor de capitales que fue durante los últimos años en nuevo competidor por los espacios mundiales de acumulación. Se trata de uno de los grandes cambios de escenario que a diferencia de los años pos Lehman -sean cuales fueran las formas que adopte- marcará las relaciones económicas y políticas del período próximo.

30/4/16

Tesis sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado

Vladimir Lenin 

1. El desarrollo del movimiento revolucionario del proletariado en todos los países ha hecho que la burguesía y sus agentes en las organizaciones obreras forcejeen convulsivamente con el fin de hallar argumentos ideológico-políticos para defender la dominación de los explotadores. Entre esos argu­mentos se esgrime particularmente la condenación de la dictadura y la defensa de la democracia. La falsedad y la hipocresía de este argumento, repetido en mil variantes por la prensa capitalista y en la Conferencia de la Internacional amarilla de Berna, celebrada en febrero de 1919, son evidentes para todos los que no quieren hacer traición a los principios elementales del socialismo.

2. Ante todo, ese argumento se basa en los conceptos «democracia en general» y «dictadura en general», sin plantear la cuestión de qué clase se tiene presente. Ese planteamiento de la cuestión al margen de las clases o por encima de ellas, ese planteamiento de la cuestión desde el punto de vista –como dicen falsamente– de todo el pueblo, es una descarada mofa de la teoría principal del socia­lismo, a saber, de la teoría de la lucha de clases, que los socialistas que se han pasado al lado de la burguesía reconocen de palabra y olvidan en la práctica. Porque en ningún país capitalista civilizado existe la «democracia en general», pues lo que existe en ellos es únicamente la democracia burguesa, y de lo que se trata no es de la «democracia en general», sino de la dictadura de la clase, es decir, del proletariado, sobre los opresores y los explotadores, es decir, sobre la burguesía, con el fin de vencer la resistencia que los explotadores oponen en la lucha por su dominación.