“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

25/4/12

Casa real española / Breve crónica de una implicación anunciada

Salvador López Arnal

Especial para La Página
Tras la (ilegal) participación en una cacería familiar del nieto mayor, el preferido; tras la cacería en Botsuana -algunas fuentes afirman que el gran jefe de la Casa Real borbónica mató diez elefantes, demostrando una vez más su hombría y sus habilidades como primer cazador del Reino-; tras el curioso viaje de la reina Sofía a Grecia el pasado fin de semana y su no menos curiosa visita médica de apenas 15 minutos al que sigue siendo su marido, aparecen documentos implicando directamente a la primera autoridad de este Estado malherido y en crisis galopante en los “negocios” del Duque del Palma, su yernísimo. Lo ya esperado, lo que apuntaba cualquier conjetura razonable. El Roto, en el imperial diario monárquico matutino (me señalaba en comunicación personal nuestro gran arabista gramsciano Andrés Martínez Lorca), resumía la situación acertadamente: "demasiada corona para tan poca cabeza" (tan poca y tan mala podría añadirse).

Las últimas de noticias de la trama UTB [1], que probablemente se completen en próximas fechas con nuevas aportaciones, apuntan a que Diego Torres, el ex socio y ex profesor de Urdangarín, el doctor en Económicas por ESADE, implica al mismísimo Rey en negocios a favor de su yerno y de su entramado empresarial. Los documentos fueron remitidos el lunes 16 de abril al juzgado de Palma que investiga las actividades del Instituto Nóos.

Punto esencial: la fecha de esos correos, mediados de 2007, cuando el aristócrata Urdangarín era ya directivo –lo sigue siendo- de Telefónica Internacional y supuestamente el Rey, a través de uno de sus cortesanos, le había comunicado hacía un año aproximadamente que ya estaba bien, que no podían seguir así las cosas y le exigía su marcha del Instituto Nóos y su exilio dorado en Washington, en la capital del Imperio, arropado en la primera multinacional del Reino dirigida por su amigo Alierta. En los correos electrónicos, el yernísimo indica que el Rey realizó gestiones como mediador para que se lograse la participación de un nuevo equipo de vela en la 33ª edición de la Copa del América.

Los correos sobre el ambicioso proyecto de vela, que el abogado de DT, Manuel González Peeters, puso en manos del juez se remontan al 9 de agosto de 2007. Urdangarin revela un encuentro, supuesto por supuesto, entre Juan Carlos I y Pedro Perelló. “Hemos conseguido que el Rey se viera con Pedro para presentarle el proyecto. La reunión fue muy bien y aparte de parecerle bien armado ha ofrecido toda su ayuda para encontrar ayuda financiera”, le comunica a su socio Torres, a quien desea que “disfrute del crucero”.

En un correo –de 30 de septiembre de 2007-, Torres pregunta al duque palmesano por su “experiencia” en unos seminarios sobre urbanismo en Filadelfia y le informa de que Pedro Perelló, uno de los miembros del proyecto Ayre [2], amigo de las Infantas, le tiene “un buen rato al teléfono cada día”. Le presiona para que intensifique sus contactos, usando las redes reales, con las Administraciones públicas de la Comunidad Valenciana.

Al día siguiente, 1 de octubre, el marido de doña Cristina contesta a DT desde Washington. Sus palabras “Tengo un mensaje de parte del Rey y es que le ha comentado a Cristina, para que me lo diga, que le llamará Camps a Pedro para comentarle el tema de la base del Prada. Y que en principio no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla” [3]. ¿Tiene o no tiene que ver Juan Carlos I de Borbón, y en 2007, con el entramado UBT? ¿Doña Cristina no tiene ninguna vinculación con lo sucedido, no intervino en ningún momento aunque fuera copropietaria de Aizoon? ¿De qué le habló entonces doña Cristina a don Urdangarín transmitiéndole mensajes de don Juan Carlos I?

No sólo eso. En el mismo correo, don Urdangarín le comenta al doctor Torres de ESADE, así, entre colegas, de que “alguna cosita para la fundación puede haber”. La fundación es el Instituto Nóos por supuesto, de la que, por supuesto también, el Duque palmesano ya estaba alejado. Añade don Iñaki Urdangarín en la misma nota que Agustín Zulueta [4], “le ha pedido a Cristina tomar un café para explicarle un tema que no puede contarle por teléfono”. “Misterio, pero parecía como serio e importante”, apunta además el ex estudiante de ESADE.

El 20 de septiembre, el esposo de la infanta Cristina había escrito un correo a Perelló (del proyecto Ayre), que encabezaba con las presuntas gestiones del monarca para que el proyecto llegase a buen puerto. “El Rey me comenta que un amigo suyo ha hecho la gestión que le pedimos a Miguel Fluxa [5]... Por otro lado, le he transmitido [a Fluxá] la buena sintonía con BBVA y que le iba a dar un empujón a Paco González”, ¡ Francisco González, el presidente de la segunda entidad financiera del país!

Los correos también revelan otros aspectos secundarios:  diferencias en relación con la presencia (finalmente fallida) del segundo equipo español en la Copa del América. Importa señalar, eso sí, que Zulueta afirma en una conversación de octubre de 2007 que se siente “más tranquilo” tras hablar con “Cristina””. ¿Está o no está informada la Infanta de las actividades del entramado? ¿Está o no está en el ajo, en el huevo de esta serpiente de corrupción y de malversación de fondos públicos del entramado dirigido por su marido?

Hay más. Un correo remitido por otro de los imputados en el caso Nóos, Antonio Ballabriga, el responsable del área corporativa del BBVA [6]—, confirma, por si fuera necesario, que el yernísimo siguió adelante con su actividad en Nóos y con los negocios con entidades públicas. El fragmento: “Tal y como hemos quedado, nos vemos este viernes a las 10 horas en Nóos para comentar las reuniones para el proyecto de Juegos Europeos”. Y ello tras su supuesta renuncia en marzo de 2006, 18 meses antes, y después de que el emisario del Rey, José Manuel Romero Moreno, le “aconsejara”, le “hablara”, le “comentara”, le “exigiese” su desvinculación empresarial.

Los hilos (borbónicos) de la trama se entretejen con consistencia.
Se dirá: ¿y si los correos son falsos? ¿Y si todo es un montaje que tiene como objetivo desprestigiar a nuestra sólida e imprescindible Casa Real? ¿Y si “Cristina” no refiere a la Infanta? ¿Y si Camps no es Camps? ¿Y si…?
Los humanos somos capaces de construir muchas dudas estúpidas. Las anteriores serían ejemplos destacados en cualquier curso de escepticismo embrutecedor.

Notas

[1] Fuentes: http://www.publico.es/espana/429845/el-exsocio-de-urdangarin-implica-al-rey-y-la-infanta-en-el-caso-noos, informaciones radiofónicas y televisivas; El País, 17 de abril de 2012, p. 14.
[2] El proyecto Ayre, que no llegó a prosperar tras el fiasco del evento deportivo, fue gestado por Pedro Perelló y Jorge Forteza —regatistas, empresarios y amigos de las infantas— con el apoyo del duque de Palma.
[3] Alude Urdangarin a unas instalaciones en el puerto de Valencia necesarias para amarrar el futuro barco del proyecto Ayre. Los regatistas mallorquines Pedro Perelló –que en 2007 ganó, como patrón, la Copa del Rey de vela con un barco llamado Siemens en el que navegó la infanta Elena- y Jorge Forteza idearon un proyecto para que España tuviese un segundo representante en la Copa del América de 2009. Querían un equipo capaz de competir y necesitaban reunir, para ello, unos 100 millones de euros. El proyecto no prosperó.
[4] Fue el responsable de la tripulación del “Desafío Español”, el equipo que en 2007 participó en la Copa del América.
[5] Alusión al propietario y presidente del grupo Iberostar
[6] Las conexiones Monarquía-BBVA.