El gobierno de Francia, sin adherir formalmente a los
conceptos fundamentales de la Tasa Tobin, tiene planeado crear un instrumento
parecido sobre transacciones financieras para dar el ejemplo a los demás países
europeos, quizá pensando en algo similar a la medida dispuesta por Brasil.
En efecto, Brasil ha decidido frenar la revalorización del
real brasileño y a tal fin han gravado con el 2% a los capitales extranjeros
destinados a invertir en la renta fija y en la bolsa brasileña. De este modo,
tratan de atemperar la fortaleza de su moneda, que hasta hoy acumulaba una
subida del 26% contra el dólar estadounidense, a la vez que pretenden “enfriar”
la entrada masiva del llamado “dinero caliente” o especulativo, el mismo que
entra y sale rápidamente de un país con el objetivo de conseguir un rápido
rendimiento. Estos capitales se les llaman también “golondrinas”.