Eduardo Zeind Palafox
Especial para La Página |
La propaganda política tiene sus raíces en la comunicación
de masas, y la comunicación de masas tiene sus orígenes en la ideología. La
ideología es estudiada por ciertos tipos de estructuralismo, y el
estructuralismo más profundo es el lingüístico. Todo el mundo sabe, o al menos
lo saben los que han leído algo de Saussure o de Bajtin, que dentro del
lenguaje van implícitas las cosmovisiones. Todas las cosmovisiones, cuando no
están ligadas a la ciencia, se hacen concepciones del mundo, y todas las
concepciones del mundo que no están estibadas sobre las ciencias son
mitologías.
Recordemos que el saber humano, según el buen Vico, tiene
sus orígenes en nuestro "instinto de animación" y en nuestra variada
capacidad para darle rasgos humanos a todas las cosas. ¿Por qué tenemos dicho
vicio? Porque no sabemos distinguir entre ideas e ideologías. Una idea es un
ente confuso, sin forma, sin contornos, mientras que una ideología es todo un
sistema de pensamientos, axiomas y creencias, las cuales jamás se rompen cuando
se estrellan contra las ocurrencias o contra el ego. Las ideologías son creadas
por el Estado para que la población no se tome la molestia de pensar. Los
tópicos son remedios caseros para evitar el dolor de cabeza.