En la biblioteca siempre se encuentran libros especiales ✆ Taeeun Yoo |
Especial para La Pagina |
He regresado a los bajos mundos, a las grandes ligas de la
redacción comercial. Hoy he escrito veinticuatro guiones de radio y he fumado
cinco cigarrillos, y todo en menos de dos horas. Soy veloz. L. Armstrong ha
soplado toda la mañana sus ritmos y mi pluma vuela, improvisando, hasta las
sensibilidades del público. He regresado, maldita sea, a las grandes, a las
benditas grandes ligas. Jamás me fui de ahí. Jamás dejé de pertenecer al grupo
de los mejores.
Como los griegos, yo no acepto soñar en la paz, pero sí en
la guerra. Y los que duermen estando en guerra sólo oyen trompetas, oyen los
grandes llamados. Y es que "la vida es sueño", según Calderón. Quiero
dar algunos consejos. Tales consejos le servirán al redactor en ciernes. Tales
consejos me han servido en los últimos ocho años.
El primer consejo que doy consiste en leer como desaforados.
Yo leo de todo. Leo el aburrido New York Times y leo El Capital. Leo los
periódicos locales, que son redactados por piaras de cerdos, y leo los bonitos
libros que venden en las tiendas de autoservicio.