Friedrich Nietzsche ✆ Edvard Munch |
Lo primero es felicitar a González Varela por contribuir a
arrancar la máscara “radical” con que se ha camuflado a Nietzsche, en realidad
un ideólogo de extrema derecha. Ya publiqué algo sobre su libro “Nietzsche
contra la democracia. El pensamiento político de Friedrich Nietzsche
(1862-1872)”, bastante laudatorio, y ahora me referiré a la entrevista que
el número 272 de El Viejo Topo le realiza.
Acaso lo más interesante de ella sea el énfasis que pone en
explicar cómo se ha manipulado la obra de aquél, para hacerla pasar por
filosofía “pura”, sin relación con la política, velando o incluso ocultando las
obvias adhesiones políticas del teutón a lo más cavernícola y tremebundo de su
tiempo.
Pero que Nietzsche sea un reaccionario político interesa
menos que los contenidos ideológicos de sus escritos, que hacen de él un
ultraderechista en el terreno más decisivo a largo plazo, el de la ideología,
los disvalores y las creencias, aunque no en la filosofía, pues no filosofa.
Eso le queda muy grande, más incluso que a su admirado Platón[1], el otro
verboso politicista ultra-carcunda de lo que algunos denominan “historia de la
filosofía”.