
Para entender la actual crisis que afecta a la península
coreana nada mejor que ubicar la presente coyuntura en su contexto histórico. Y
nadie mejor que Fidel para ofrecernos una visión sintética y didáctica a la vez
de la complejidad del proceso que condujo a la grave situación actual.
Compartimos por eso dos “reflexiones” que el Comandante escribió entre el 22 y
el 24 de julio del 2008, y que conservan toda su actualidad.
Los acontecimientos que se sucedieron a partir de sus
escritos en nada modifican las tesis centrales que allí se plantean. Todo lo
contrario, el desenlace actual estaba ya inscripto en el juego de fuerzas que
el imperialismo y sus aliados establecieron después de la Guerra de Corea con
el propósito de contener el "expansionismo" soviético y las "ambiciones
territoriales" de la triunfante Revolución China.
Confío en que con este material podamos comprender un poco
mejor las características e implicaciones de la crisis que se está
desenvolviendo en esa parte del mundo que, para variar, ha sido presentada de
un modo brutalmente desfigurado por los medios al servicio del imperialismo:
una Corea mala, agresiva, beligerante, la del Norte; y otra Corea buena, amiga
de Occidente y amante de la paz, la Corea del Sur.