Luis Eduardo Gama |
Como en todo gran pensador, la re
flexión
filosófica de Hegel surgió de una experiencia vital e inquietante con la
realidad espiritual de su momento. La inquietud fundamental que anima desde sus
inicios al pensamiento hegeliano proviene de la experiencia del desgarramiento
del individuo moderno en esferas antitéticas.
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Hegel ✆ Afshin Sabouki |
Esta experiencia se hace palpable para Hegel en todos los
ámbitos de la vida: está presente en el desarraigo del individuo frente a un
entorno natural reducido a objeto de las ciencias empíricomatemáticas y de la
dominación de la técnica, se hace visible en el ámbito de lo político, en el
que un individualismo exacerbado y una visión mecanicista de la sociedad
generaron un estado contractual de sujetos egoístas para los que la vida
pública era tan solo el medio para satisfacer sus intereses particulares, y está
presente en la esfera del arte, donde el romanticismo imperante había hecho del
sentimiento subjetivo el principio dominante, con lo que la obra de arte ya no
podía cumplir la función constituyente e integradora de lo social que, por
ejemplo, tenía entre los griegos. En todos estos casos, los individuos se
encuentran divididos entre tendencias contrapuestas, entre la búsqueda de la
autonomía individual y la pertenencia a tradiciones históricas y comunidades
naturales, entre el ideal de un saber metódico y las verdades evidentes, pero
no operacionalizables, de la religión o el arte (ver Giusti, 1986, pág. 27).