Especial para La Página |
Al
observar el panorama internacional se observa un mundo sumido en una cultura
global neoliberal impuesta por el Shock, cuyas características centrales
resultan ser el consumismo hedonista, la exacerbación narcisista
(individualismo), la seducción y la frivolidad como clima generalizado,
multiplicado al infinito por los medios. Un mundo paradojal, pues –
contrariamente a lo que parece – vivimos una cultura híper masificada en la
cual los más originales “modos – de – ser” están prescritos por la publicidad.
Un mundo en que, tras la ilusión de “democracias neoliberales”, lo único cierto
es que el “Estado Mayor” de los ejércitos sigue decidiendo el curso de los
acontecimientos: Aquí, en Israel, en Washington, África o Pekín.