El Presidente Maduro anunció que iniciará una “reestructuración global del Gobierno para
articularlo con la eficiencia máxima y honestidad máxima”. Afirmó que esta
será el resultado de una autocrítica frente al pueblo, del cual ha venido
recibiendo diversas propuestas que contribuirán a “...reestructurar y cambiar todo lo que haya que cambiar, la revolución
tiene que ser cambio permanente hasta que vayamos logrando los niveles de
eficiencia, de trabajo, para responderle a nuestro pueblo que es lo más
importante”.
Ahora bien, la única forma para que la revolución sea
permanente es que se garantice y promueva, también de manera permanente, la
crítica y la autocrítica constructiva con seriedad y entereza. De otra manera,
los “cambios” terminarían siendo metabolizados inexorablemente, por quienes
asumen el discurso revolucionario de la boca para afuera, porque ya forman
parte de una burocracia enfocada en el usufructo del poder y no en su
utilización como un instrumento para impulsar la transformación revolucionaria.