Thorsten Pattberg
Hace unos 111 años, el emperador alemán Guillermo II, despidió el Cuerpo de Expedición Oriente-Asiático desde el puerto de Bremen a China, enviado a fin de reprimir la resistencia de China al imperialismo europeo. Sus órdenes eran inequívocas: llevar la civilización a China, no mostrar piedad ante los reaccionarios y dar a China una lección memorable para que ningún chino se atreviera a mirar con recelo a alguno de nosotros. Por cierto las cosas han cambiado desde entonces.
Hace unos 111 años, el emperador alemán Guillermo II, despidió el Cuerpo de Expedición Oriente-Asiático desde el puerto de Bremen a China, enviado a fin de reprimir la resistencia de China al imperialismo europeo. Sus órdenes eran inequívocas: llevar la civilización a China, no mostrar piedad ante los reaccionarios y dar a China una lección memorable para que ningún chino se atreviera a mirar con recelo a alguno de nosotros. Por cierto las cosas han cambiado desde entonces.