
El entredicho entre el gobierno argentino y la empresa
Repsol-YPF ha desencadenado una virulenta reacción de parte de funcionarios del
gobierno ultraconservador español. Las declaraciones del Ministro de Asuntos
Exteriores, José Manuel García-Margallo; de la Vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría y la del Secretario de Estado de España para la
Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, revelan que a pesar del largo tiempo
transcurrido estos funcionarios de la Corona todavía no se percataron del resultado
de la batalla de Ayacucho que, en 1824, terminó de demoler los restos del
imperio español en esta parte del mundo.