Especial para La Página |
La intervención de YPF y la introducción de una gestión
estatal de la empresa son medidas necesarias para comenzar a revertir la
depredación energética. Pero constituyen tan solo un punto de partida para
recuperar los recursos petroleros.
Durante una década REPSOL lideró el vaciamiento de pozos,
reservas e instalaciones pre-existentes. Extrajo lo máximo posible sin invertir
y expatrió ganancias en forma escandalosa. Esta conducta no irritó a ninguno de
los críticos neoliberales de la expropiación en curso. Ahora cuestionan la
“violación orden jurídico”, olvidando el total incumplimiento de los contratos
por parte de la firma. Esta doble vara es congruente con su habitual aprobación
de los atropellos contra los derechos de los asalariados o jubilados. Nunca extienden
a estos sectores los principios de la seguridad jurídica.