“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/8/16

La bandera roja y la tricolor

Alain Badiou
 
Hoy en día, el mundo en su totalidad está dominado por el signo del capitalismo global, sometido a la oligarquía internacional que lo regenta y sujeto a la abstracción monetaria como única figura reconocida de la universalidad. 

En este contexto desesperante se escenifica una especie de representación histórica engañosa. Sobre la trama general de “Occidente” –patria del capitalismo dominante y civilizado– contra “el Islamismo” –referente del terrorismo sanguinario– aparecen, de un lado, bandas asesinas o individuos armados hasta los dientes que esgrimen, para hacerse respetar, el cadáver de algún Dios; del otro, en nombre de los derechos humanos y la democracia, salvajes expediciones militares internacionales que destruyen Estados enteros (Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán, Sudán, Congo, Mali, República Centroafricana) y causan millares de víctimas sin conseguir nada más que negociar, con los bandidos más corruptos, una paz precaria en torno a pozos, minas, recursos alimenticios y enclaves donde prosperan las grandes empresas.
                                                           
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Es falso presentar estas guerras y sus repercusiones criminales como la contradicción principal del mundo contemporáneo, aquella que iluminaría el fondo de las cosas. Los soldados y policías de la “guerra antiterrorista”, las bandas armadas que reivindican un Islam mortífero y todos y cada uno de los Estados pertenecen hoy a un mismo mundo: el capitalismo depredador.

10/8/16

Nación, narración y heterotopías

Gloria Galindo

 El estudio de las relaciones de poder es para Michael Foucault un aparato de análisis del proceso por el cual el ser humano deviene en sujeto en la cultura occidental. En el transcurso de su estudio llega a la conclusión de que el sujeto se encuentra emplazado en circuitos de relaciones de producción y de significación del complejo entramado en el que se ordenan las relaciones de poder. Esta es la razón por la que el autor propone en la introducción a su artículo “The subject and the power” utilizar las prácticas de resistencia con que el sujeto enfrenta a los diferentes modos de poder como catalizadores que funcionen de evidencia de estas relaciones y así poder establecer su posición, encontrar su punto de aplicación y los métodos utilizados. Más que analizar el poder desde el punto de vista de su lógica interna, propone el análisis de las relaciones de poder a través del estudio del antagonismo que producen sus estrategias.[1] Es decir que, en lugar de estudiar las prácticas de la mente sana o del circuito donde rige la “norma,” propone analizar lo que acontece en un ámbito específico y restringido a la locura y su espacio de circulación; el sistema hospitalario y, especialmente, el psiquiátrico. El análisis de la locura y otras prácticas entendidas como “anormales” y su lógica espacial, sería uno de los artificios que nos ayudaría a develar el orden articulador de la sociedad moderna que define lo “anormal,” a partir de una construcción cultural de división y fragmentación. Su proyecto no es el estudio del poder en sí, sino el medio en virtud por el cual aspira a “crear la historia de los diferentes modos en que el ser humano se transforma en sujeto en nuestra cultura,”[2] inscribiendo el cuerpo como un objeto de control y cohesión. Este orden articulador del espacio en la sociedad moderna está conformado dentro de la figura del estado-nación.

El fascismo de la lengua: las reglas y el poder

Patricia G. Zamudio
A veces pensaríamos que uno de los ámbitos donde más “libres” somos en el lenguaje: podemos expresarnos como deseemos para comunicar un mensaje, sin embargo, la lengua es uno de los entramados sociales donde se ponen en juego muchas cosas.

Una lectura de la Lección inaugural de Roland Barthes nos ayuda a visualizar esos elementos “ocultos” en el uso cotidiano de la lengua de los que somos presas. En este texto Barthes comienza por aclarar que las dualidades significante-significado que refiere al modelo lingüístico de Saussure, así como diacronía y sincronía que remite a la historia son importantes para poder entender qué es el estructuralismo (escuela dominante en ese entonces para el análisis de la lengua), que dicho  sea de paso no considera como escuela o teoría, sin embargo, dicho análisis no es útil para poner en relieve ¿por qué  se puede decir que la lengua es fascista?.

4/7/16

Realismo capitalista: nuevo diagnóstico, viejo tratamiento

Ariane Díaz

Año 2008: ante la caída de Lehman Brothers y sus posibles consecuencias en cadena en las economías más importantes del mundo, los Estados más poderosos (y más comprometidos) coordinaron, no sin tensiones, una serie de rescates megamillonarios a sus respectivos bancos. Esto provocó, para Mark Fisher, otra caída: el “colapso del marco conceptual que proveyó de cobertura ideológica a la acumulación capitalista desde la década de 1970” [117]1, según deja asentado en su primer libro, Realismo capitalista, publicado en 2009 y recientemente traducido al castellano por Caja Negra, que incluye también el texto que destinó a la compilación de 2012 What are we fighting for: a radical collective manifestó [Por qué estamos peleando: manifiesto radical colectivo] donde intelectuales y activistas, con suerte desigual, trataron de caracterizar y dar una alternativa a la crisis capitalista en curso.

Sin embargo, para este crítico cultural y académico inglés que trabajó estas ideas y las nutrió del intercambio en su blog K-punk (hoy un poco abandonado), los neoliberales que presumían de su antiestatalismo y celebraban la destrucción del espacio público (y que demostraron ser más bien defensores de ciertos usos de los fondos públicos y del Estado –los securitarios– en su favor), son apenas unos de los emergentes (los más entusiastas) de una particular configuración del capitalismo que habitamos, y que se remontaría hasta la caída de los “socialismos reales” a fines de los ochenta.

2/7/16

Elecciones en España: Avanzar retrocediendo

Miguel Manzanera Salavert

Las votaciones del 26 de Junio suponen un frenazo parael proceso de cambio, que ha afectado al Estado español durante el último ciclo electoral; éste comenzó con las elecciones europeas hace dos años (mayo del 2014), siguió con las municipales (mayo 2015) y acaba de terminar con la repetición de las elecciones generales.  Al cierre de este periodo, podemos observar un panorama político completamente diferentedel que había en un principio; el bipartidismo, estructura política que caracterizaba el régimen juancarlista –similar otros sistemas políticos liberales-, aparece severamente disminuido en su influencia social.  Frente a ello, los grupos políticosque buscan transformar las estructuras de la sociedad en favor de una mayor racionalidad, y que representan los intereses de las capas populares –clase trabajadora y movimientos sociales, mujeres, jóvenes, ecologistas, pacifistas, animalistas, etc.-, han alcanzado resultados impensables hace tan solo dos años:más de cinco millones de votos que suponen más del 20% del electorado.  Como consecuencia, estas fuerzas cuentan con un fuerte grupo parlamentario en Europa,una importante cuota de poder municipal –con las alcaldías de las capitales más pobladas del Estado, Barcelona y  Madrid, así como otras ciudades significativas, Valencia, Zaragoza, La Coruña, Pontevedra, Pamplona, Cádiz, Zamora-,y una nutrida representación en las cámaras legislativas,71 miembros del Congreso y 16 del Senado.

1/7/16

Brexit: ¿Qué hay de Lehman Brothers?

La valorización del dólar frente a la libra y el euro, suprimiría exportaciones norteamericanas provocando recesión en EEUU
El Brexit podría dar lugar a una situación semejante a la caída de Lehman Brothers
Paula Bach
Aunque finalmente el Brexit captó el voto mayoritario en el Reino Unido, aún falta correr mucha agua bajo el puente. Los resultados inmediatos son conocidos: la libra esterlina se desmoronó tocando un mínimo desde 1985 –aunque la apuesta de Soros en 1992 la hizo caer de forma más pronunciada-, las bolsas del mundo registraron un viernes negro y en algunos mercados –como los monetarios o los de acciones bancarias europeas- los precios se movieron más dramáticamente que durante el “crash salvaje” de 2008, según Financial Times.

Algo de esto –bastante predecible en caso de un resultado favorable al “Leave”- habíamos anticipado en Petróleo, deudas, Brexit... Los movimientos descendentes continuaron el lunes y ayer las bolsas protagonizaron una toma de ganancias. Es imaginable también que en los próximos días, semanas y quizás meses, continúe una vasta agitación de los “mercados”. Y el problema es que cuando hablamos de meses, la coyuntura empieza a mezclarse con el mediano y largo plazo. Es cuando lo obvio y evidente le empieza a dar lugar a lo profundo y más difícil de prever: ¿Qué escenario inaugura el Brexit? ¿En qué medida podría dar lugar a una situación semejante a la caída de Lehman Brothers? La respuesta –quizá más que de costumbre- dista de ser sencilla.

Papel de la Universidad Nacional de Colombia en la construcción de la paz

El debate en torno al reconocimiento otorgado al doctor Miguel Ángel Beltrán

Miguel Ángel Beltrán
Como profesoras y profesores de la Universidad Nacional de Colombia y de otras instituciones de educación superior del país, consideramos que la polémica en torno al reconocimiento que la Facultad de Ciencias Humanas le otorgó al doctor Miguel Ángel Beltrán como egresado de Sociología en la celebración de los 50 años de la Facultad reafirma la necesidad de plantear un debate de la mayor importancia, aplazado dentro y fuera del alma mater acerca de la inherente relación entre la academia, la ciencia y la política; y entre la universidad y la sociedad.

La controversia en torno al reconocimiento del colega Miguel Ángel Beltrán revela, al menos, dos posturas. Por un lado, quienes, al parecer, estiman como ciertos sus vínculos con la insurgencia y están de acuerdo con la destitución por parte de la Procuraduría y su actual detención. Por otro lado, quienes identifican vicios en tal procedimiento, ven en el fallo del Procurador una amenaza contra la libertad de cátedra e investigación, y esperan que el proceso jurídico esclarezca su situación jurídica. Quienes firmamos esta declaración nos inclinamos por la segunda opción, y por tanto entendemos como legítimo el reconocimiento a Miguel Ángel Beltrán como egresado, porque si bien ha perdido la libertad, no ha perdido sus derechos morales ni cesado su producción académica. Vemos con preocupación, sin embargo, que la difusión de la polémica ha alimentado la polarización en nuestra universidad.

30/6/16

João Guimarães Rosa, otro gigante de la literatura brasileña

João Guimarães Rosa ✆ Baptistão
Ricardo Bada  

La literatura brasileña del siglo XIX la domina un gigante, Joaquim Maria Machado de Assis, un gigante que, al mismo tiempo, es una isla. En el siglo XX, esa isla deviene archipiélago, se le unen seis gigantes más: Euclides da Cunha, Graciliano Ramos, Nelson Rodrígues, Carlos Drummond de Andrade, Jorge Amado y João Guimarães Rosa. Y aparece también un islote  exuberante, producto de una erupción volcánico-creadora, avizorado por el intrépido explorador de territorios vírgenes Mário de Andrade, que lo llamó Macunaíma

Un inciso: No faltarán entre ustedes los conocedores de la literatura brasileña que se estén preguntando si no me olvido de Clarice Lispector. No la olvido, pero a mí me parece –muy a contrapelo del consenso casi unánime, para el cual Clarice es una escritora cuyos cuentos pueden equipararse a los de Guimarães Rosa– que en el panorama de los siete gigantes de que hablo, ella no tiene sitio. Con toda seguridad es bastante posible que me equivoque, pero creo que está sobrevalorada literariamente en función de criterios extraliterarios. No obstante, quede constancia de la existencia de ese consenso y de mi modesta opinión en contra. Y con ello cierro el inciso.

Todos y cada uno de los siete gigantes de que hablé merecen una atención que con frecuencia le ninguneamos al Brasil, sin que jamás haya logrado querer (porque poder sí puedo) entender el por qué. Si aquí me concentro en Guimarães Rosa se debe a la ocasión de rememorarlo que nos ofrece el centenario de su nacimiento. Pero no olvidemos a los otros: sus tallas ciclópeas configuran en el mapa de la literatura latinoamericana una especie de Isla de Pascua, y en rigor les deberíamos dedicar un par de minutos de esta charla.

28/6/16

El Brexit no puede ser favorable para la economía de Gran Bretaña

Michael Roberts

Bueno, me equivoqué. Yo creía que los británicos votarían permanecer en la UE, y ganarían por poco. En lugar de que hayan votado salir por poco margen. El índice de participación del 72 % fue mucho mayor que las últimas elecciones generales de mayo de 2015 (67 %), por las que el partido conservador regresó por poco a la oficina con una pequeña mayoría de sólo 12 escaños. David Cameron había logrado su victoria por un acuerdo de su partido a una convocatoria a un referéndum sobre la adhesión a la UE. Esto en un marco en donde el partido euroescéptico (UKIP), había contado con un sondeo de intención de votos alcanzado más del 20 % en la UE y en las elecciones locales. Al aceptar un referéndum, Cameron logró reducir la representación del UKIP a sólo un asiento en el parlamento.

Pero esta táctica política ha fracasado. Cameron ha perdido el referéndum y ha anunciado que va a renunciar y dar paso a un líder pro Brexit como Primer Ministro para llevar a cabo las negociaciones tensas y tortuosas con los líderes de la UE durante el otoño. Ganar la elección (2015) ha resultado ser un regalo envenenado como sugerí.

27/6/16

Brexit, la Unión Europea y la OTAN

Atilio A. Boron

El triunfo del Brexit en el referendo abre múltiples interrogantes. La mayoría de los analistas, sobre todo en la prensa hegemónica internacional, ha puesto el énfasis en el examen de sus consecuencias sobre los mercados, su exacerbada volatilidad y la cotización de las principales monedas. Sin restarle importancia a este asunto creemos que este énfasis economicista está lejos de apuntar a lo más significativo. Los mercados son entidades veleidosas, siempre sujetos a esa “exuberante irracionalidad” denunciada por Alan Greenspan, el ex jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, de modo que pronosticar su derrotero una vez consumada la salida del Reino Unido de la UE es un ejercicio ocioso y condenado al fracaso, inclusive si las predicciones se hacen para el corto plazo. Mucho más importante es ponderar lo que la decisión del electorado británico significa en términos políticos: un golpe si no mortal pero sin duda muy duro a un proyecto comunitario que cuando adquirió una connotación social y política progresista fue secuestrado, tergiversado y prostituido por la oligarquía financiera europea. Con la deserción de Londres –un divorcio litigioso y no consentido, al decir de algunos- la UE pierde a la segunda economía y al segundo país en población, lo que debilita a una Europa que, con la estructuración supranacional pergeñada por Bruselas, trató de reposicionarse en términos más protagónicos en el turbulento tablero de la política internacional. Si con el Reino Unido en sus filas la UE no era más que un aburrido segundo violín en el concierto de naciones, con los británicos afuera su gravitación global disminuye aún más vis a vis China, Rusia y los nuevos centros de poder internacional.

Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit

Vicenç Navarro
No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que constituyen la tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales establishments han estado teniendo en las clases populares de los países miembros. Durante estos años, después del establecimiento de la Unión, ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE.

24/6/16

El ‘goodbye’ del Reino Unido — Anotaciones marxistas sobre lo ocurrido y el futuro en la Unión Europea

Jon E. Illescas

Hoy es un día histórico. Nadie pone en duda este punto. Por escaso porcentaje, la mayoría de los británicos votaron por marcharse de la Unión Europea. Con el 100% escrutado, un 51,9% votaron goodbye y un 48,1% to remain. No me detendré en este breve artículo a analizar cómo la opción del Brexit ha triunfado en las zonas rurales ni cómo en las zonas más avanzadas y cosmopolitas lo ha hecho la voluntad de mantener la eurociudadanía. No hablaré tampoco del divorcio entre los trabajadores cualificados y los no cualificados (lo que algunos designan, erróneamente, como el enfrentamiento entre la clase media y la obrera). Tampoco de cómo gran parte de las áreas periféricas e industriales han abandonado el internacionalismo conservándolo para las películas hollywoodienses de amenazas alienígenas y por el contrario han abrazado el nacionalismo chauvinista de la parte más retrógrada, racista e imperialista de la burguesía inglesa. Algo que ciertamente habla muy mal de la capacidad de la “izquierda realmente existente” para conectar con los trabajadores y hacer pedagogía y estupendamente de los grandes medios de derecha que, como The Sun o The Daily Mail, llevaban décadas reproduciendo su hegemonía machacando e infectando a los obreros con esos contravalores. No es momento de hablar de esos asuntos que, aunque importantes, ya están siendo señalados por algunos analistas.