Foto: Rafael Ramírez, Ministro de Petróleo y Minería y el presidente Hugo Chávez Frías |
Final feliz para el sueño bolivariano de la integración
latinoamericana y la custodia soberana de los recursos naturales.
Santiago O’Donnell
Esta historia que cuentan los mails filtrados por WikiLeaks
de la agencia Stratfor, conocida como la “CIA en las sombras”, es más o menos
así:
Había una vez un magnate ruso muy adinerado, dueño de una
importante empresa energética, que quería despegarse de la tutela del Kremlin
con inversiones en el continente americano que le dieran status de jugador
global. Entonces se compró un montón de estaciones de servicio en Estados
Unidos. Para abastecer a esas estaciones de servicio, se le ocurrió que lo más
barato y eficiente sería extraer el petróleo de Venezuela y refinarlo en Cuba.
El magnate calculó que para cuando termine de construir la refinería, Estados
Unidos ya habría levantado el embargo en contra de Cuba y entonces él, el
magnate ruso, podría controlar todo el negocio, desde el pozo hasta la
manguera.