“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

13/4/09

El aprendiz de pirata



¿Tendrá Obama idea del problema en que se ha metido?



Omar Montilla


Noam Chomsky escribió un libro, que no voy a calificar sino simplemente a recomendar, titulado “Piratas y Emperadores”. Este comienza con una historia relatada por san Agustín, en la que cierto pirata capturado, es llevado ante Alejandro Magno, e interrogado sobre las razones que tenía para dedicarse a esa actividad tan poco digna, a lo cuál el pirata respondió : "Yo tengo un pequeño barco, por eso me llaman ladrón. Tu tienes toda una flota, por eso te llaman emperador".

Chomsky ha sido considerado el intelectual vivo mas respetado, admirado y seguido en todo el mundo, no sólo como lingüista sino como pensador social; el mismo que fue citado por el presidente Chávez en las Naciones Unidas en aquel memorable discurso sobre el diablo que olía a azufre.[1]  En ese libro se refiere al tema del terrorismo, que fue precisamente el “leit-motiv” de toda la nefasta política del gobierno de Bush. Chomsky delimita la utilización de la palabra “terrorismo” para descalificar sólo a aquellos que utilizan el terror para enfrentar al poder imperial, pero en ningún caso se emplea cuando son los estados los que se aprovechan para llevarse por delante algo tan endeble como es la soberanía de otro país, se justifican las invasiones al margen de toda consideración humana, con verdaderas armas de destrucción masiva que causan más víctimas que las causadas por los llamados terroristas y cuyas secuelas se prolongan en el espacio y en el tiempo, dejando huellas muy difíciles de borrar. ¿Hay algún parangón entre las víctimas de las Torres Gemelas y las masacres de Irak y Afganistán?

Si el relato de san Agustín es cierto -y no dudo que lo sea--, revela una faceta digna de ser tomada en cuenta: Alejandro (El Grande) habla con el pirata, no lo mandó a matar. Obama en cambio los manda a matar, desde uno de esos gigantescos barcos que los gringos mueven por los siete mares, mientras estos se encontraban en un pequeño bote salvavidas, y luego habla de ellos con el “orgullo” de haber autorizado la tremenda acción bélica. Hasta ahora no se habían registrado víctimas mortales por los secuestros en las costas de Somalia.

Siento temor por lo que vendrá. Ya algunos voceros somalíes están anunciando la suerte  que les esperará a los gringos que caigan en sus manos y a los franceses que les sirven de comparsa. Este “triunfo militar” quizá haya movido a Obama a declarar: "Seguimos decididos a detener la piratería en esa región”. Lo ideal hubiera sido un llamado para acabar con la pobreza en Somalia, país al que amenaza con re-invadir, olvidándose que ese país es ingobernable. Con las armas más precarias ya echaron una vez al mismísimo ejército de los EEUU. [2]

Notas:

[1] A manera anecdótica Chomsky cita el mensaje enviado por un funcionario de Ronald  Reagan al editor de  una revista que había publicado un artículo suyo: "Probablemente ya conoces a Chomsky: es un fanático defensor de la OLP que ha establecido nuevos niveles de deshonestidad intelectual y revanchismo personal en sus escritos sobre Oriente Próximo. En realidad no queda nadie en Estados Unidos, sin tener en cuenta a los políticos, que tome en serio a Chomsky a la vista de su asombroso historial. En consecuencia, me resulta inexplicable que se le concedan tres páginas enteras para repetir sus ataques contra una de las prensas más libres del mundo. Es evidente que concederle tanto espacio otorga cierta respetabilidad a sus infames empeños"

[2] A finales de 2006, Somalia fue invadida por Etiopía, con el patrocinio de los EEUU, y enviaron a miles de soldados para derrocar un movimiento islámico que había tomado el control de buena parte del sur del país y para derrocar al jeque Sharif Ahmed, quien entonces era el líder islámico de Somalia; pero resulta que éste ahora es el presidente. En 1993, tras una invasión de EEUU, se libró una batalla en Mogadiscio, la capital de Somalia, donde murieron muchos soldados estadounidenses, acción que los obligó a una infeliz retirada.