“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/10/14

Patrick Modiano, un Nobel para la memoria y la indagación


Patrick Modiano
Niklas Elmehed
Fernando Castillo
A Patrick Modiano la Academia Sueca le ha hecho un regalo anticipado en forma de Nobel por sus próximos setenta años, que cumplirá en el mes de julio de 2015, aunque quizás al escritor de la rue Bonaparte, nacido en Boulogne Billancourt, el galardón le resulte algo envenenado por lo que pueda tener de turbador de una vida recogida. Un premio que se otorga desde Estocolmo esta vez a un autor que no tiene pasaporte raro, ni siquiera syldavo o bordurio, ni escribe en idiomas que solo dominan admirables entregados a su literatura o audaces exploradores conocedores de geografías perdidas, pero al que se le puede considerar un tanto atípico. Incluso más que a su antecesor francés en el galardón, Jean-Marie Le Clézio, pues dista de ser eso que se puede designar como un escritor conocido.

En alguna ocasión ya hemos dicho que la crítica habitual que se lanza contra Modiano, además de la de ser un autor de culto, es la de ser escritor de un único libro, que es precisamente lo que atrae de su obra, lo que la convierte en un modelo de búsqueda e interpretación de la identidad propia y del mundo cercano. Se trata de una obra compuesta hasta la fecha de veintinueve títulos, incluida la novela aparecida el pasado viernes 3 de octubre, y que según Javier Goñi ocupan metro y medio de anaquel, que a veces dan la sensación de ser otros tantos capítulos de un solo volumen. Un solo libro, quizás sí, escrito a lo largo de casi cincuenta años, en el que aparecen una serie de asuntos que vuelven de forma recurrente envueltos en la evocación de ambientes y de personajes sin aparente importancia, en los que el claroscuro desenfoca la realidad o la ficción, nunca se sabe, y en los que siempre predomina un aliento lírico inaprensible.

Sobre el destino de China y la economía mundial

Paula Bach
Las miradas sobre las tendencias fundamentales de la economía mundial se posan sobre tres focos. Estados Unidos, Europa -con Alemania como actor principal- y China. Pongamos las cosas de la siguiente manera. El agravamiento de tendencias deflacionarias en Europa y datos sobre la debilidad de la economía alemana se combinaron con recientes malos resultados de la economía norteamericana. A este paquete se sumaron las especulaciones alrededor de si la Fed va a elevar o no la tasa de interés, cuestión que en última instancia habla sobre la verdadera solidez de la economía norteamericana. El concierto de estos movimientos sacudió las bolsas los últimos días abriendo un escenario en el que se incrementa la probabilidad de apertura de una nueva fase de la crisis. ¿Y China?

Precariado: ¿una clase nueva o nueva lucha de clases?

Maciek Wisniewski
Las últimas décadas eran las décadas de las “teorías del fin”: se acababan –supuestamente– los conflictos ideológicos y la “vieja” lucha de clases (Fukuyama). “Moría el trabajo” (Rifkin).  Más que un reflejo de la realidad, fue una cortina de humo para el recrudecimiento de la guerra de clases bajo el neoliberalismo –“un proyecto esencialmente clasista”, David Harvey dixit– y los cambios en las modalidades del capital. 

El antagonismo (o contradicción) capital/trabajo no desaparecía, se intensificaba; la explotación no disminuía, aumentaba; también la clase trabajadora como un sujeto no bajaba de la escena de la historia, sino crecía a escala global (¡China!), pasando al mismo tiempo –eso sí– por una profunda transformación. Pero incluso algunas teorías que parecían explicar los nuevos fenómenos en torno al trabajo y paso al pos-fordismo –flexibilización, desregulación, deslocalización, outsourcing, etc.– resultaban igualmente problemáticas que las que tomaban al trabajo por “muerto”.