“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/3/12

Linchamiento moderno / El asesinato de Trayvon Martin

Foto: Trayvon Martin 
Amy Goodman

Especial para La Página
En la lluviosa noche del domingo 26 de febrero, Trayvon Martin, de 17 años, se dirigió a una tienda de alimentos en Sanford, Florida. Al regresar a su casa con las golosinas y el té helado que había comprado, Trayvon murió de un disparo. El asesino, George Zimmerman, no huyó. Sostuvo que mató al joven en defensa propia. La Policía de Sanford le creyó y lo dejó en libertad. Desde entonces, aparecieron varios testigos, se hicieron públicas llamadas realizadas al 911 y la noticia del asesinato provocó indignación a nivel mundial.

Francis Scott Fitzgerald / La golondrina y el colibrí

Francis Scott Fitzgerald 
por Gordon Bryant
[Revista Sombras y Luces, 1921]
Juan Forn

Cuenta Petronio que en la Roma de Nerón había un esclavo que daba tan buenos consejos de negocios a su amo que éste decidió premiarlo con la libertad. El liberto, llamado Trimalción, siguió haciendo buenos negocios por las suyas y se enriqueció de tal manera que lo celebró con un banquete al cual invitó a todos los amigos de su viejo amo ya muerto. La mitad no lo conocía, pero acudió igual. El banquete fue fastuoso, orgiástico, incluso para los parámetros de la Roma de Nerón. A lo largo de la noche los invitados fueron dando rienda suelta a su envidia hasta terminar destrozando todo y prendiéndole fuego la casa. Entre las ruinas se encontró el cuerpo exánime de Trimalción.

Saltemos ahora diecinueve siglos, hasta el año 1922. James Joyce acaba de publicar su Ulises, nadie habla de otro libro: para algunos resume veinte siglos de cultura occidental, para otros los dinamita. En la Riviera francesa, Francis Scott Fitzgerald tiene un ejemplar del Ulises sobre su escritorio, pero carece de tiempo o de paciencia para leerlo: él mismo está terminando una novela que aspira que sea, para América, lo que era el Ulises para Europa, su celebración y su derrumbe. La novela es, por supuesto, El gran Gatsby. Pero Fitzgerald le anuncia por carta a su editor que quiere llamarla Trimalción. La historia es conocida: Maxwell Perkins, el editor de Fitzgerald, famoso por su paciencia y delicadeza de santo (y por haberse leído todos los libros del mundo), fue convenciendo carta a carta al volátil Fitzgerald de cambiarle el título y de hacer, además, ciertos toques en la novela que, según la leyenda, la convirtieron en la obra maestra que es.

Si Grecia no paga la deuda, ¿qué pasaría?

> The Guardian:“El mejor filme de análisis histórico marxista jamás realizado” 
> A pesar de las medidas de austeridad ya tomadas, sino precisamente por su culpa, la deuda griega ha seguido aumentando”

Irene Hernández Velazco

Nos han repetido una y mil veces que la deuda de 350.000 millones de euros que arrastra Grecia es culpa no sólo de los excesos de sus gobernantes sino también de su población. Nos han dicho que los griegos son vagos e improductivos y que por eso su economía es un desastre, mientras que la de la eficiente y afanosa Alemania va viento en popa. Nos hemos hartado a oír que la única salida que ahora le queda a Atenas es apretarse aún más el cinturón y aprobar un nuevo paquete de medidas de austeridad que asfixiará todavía más a sus extenuados ciudadanos. Y cuántas veces no hemos escuchado que si Grecia no hace frente al pago de sus préstamos será su fin. Pero ¿es verdad?
Más abajo puede ver completa
la película  'Deudocracia´

 Una película realizada con un presupuesto de sólo 8.000 euros (obtenidos además a través de una colecta en Internet) desafía ahora todas esas creencias sobre la crisis griega. Lleva el elocuente título de ‘Deudocracia’, ha sido calificada por el periódico británico The Guardian como “el mejor filme de análisis histórico marxista jamás realizado” y está, sencillamente, arrasando. En los dos meses que el documental lleva colgado en Internet ya lo han visto ya más de 600.000 personas. Y varias televisiones locales griegas también lo han pasado por sus canales.

La intolerancia de la tolerancia cero en Chile

Luisa Bustamante                 

Especial para La Página
En 1784 Immanuel Kant daba un fuerte impulso a la naciente modernidad con su proposición ¡Atrévete a saber! (sapere aude). En ella llamaba a los hombres a alcanzar la mayoría de edad, decidiendo por sí mismos, y aprendiendo a conocer y saber sin tutela. Si Kant hubiera lanzado su histórico enunciado en el Chile de hoy lo más probable es que le hubieran aplicado la ley de seguridad interior del Estado.

Hasta el año 2009, con el paréntesis de la dictadura, los chilenos decidían cuánto y qué comer, qué tomar, como sentarse o dormir en un bus y como asociarse y movilizarse para defender sus derechos. Decidían, tiempo pretérito, hasta que llegó la otra forma de gobernar. Hoy día hemos vuelto a la minoría de edad que condenaba Kant, más de doscientos años atrás.

El último pez / La depredación del Pacífico Sur

Mort Rosenblum & Mar Cabra

Eric Pineda se asomó a la bodega del Achernar y sólo vio diez míseras toneladas de jurel después de haber estado faenando durante cuatro días. Hace un par de décadas, las aguas del Pacífico Sur eran tan ricas en pescado que se podía llenar ese barco de casi 18 metros de eslora en apenas unas horas.

Este agente marítimo, como cualquier otro habitante de esta vieja ciudad portuaria de Talcahuano, situada al sur de Santiago de Chile, creció conviviendo con ese pescado lleno de espinas y de tonos bronce llamado jurel chileno, una especie que deambula agrupada en bancos por las aguas del Pacífico Sur.

La sobreexplotación del océano Pacífico
está acabando con la pesca industrial
“Se está acabando muy rápido”, admite Pineda, “tenemos que pescar lo máximo posible antes de que se agote”. Cuando se le pregunta qué le dejará a su hijo, se encoge de hombros y dice: “Tendrá que buscar otra cosa”.

Pero, ¿queda algo por buscar?

El jurel chileno, rico en ácidos grasos, es un verdadero maná para un planeta hambriento, un producto de primera necesidad en África. En otros lugares, la gente lo come sin darse cuenta, ya que la mayoría se transforma en harina de pescado para ser consumido en la acuicultura y en las granjas de cerdos. Se necesitan alrededor de cinco kilos de jurel para producir un kilo de salmón de criadero.