“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

10/3/13

Chávez / Una revolución democrática

William Ospina

La diferencia más visible que puede señalarse entre Hugo Chávez y su admirado Simón Bolívar es esta: que Chávez no tuvo que hacer la guerra para triunfar. Eso es también lo que diferencia a Chávez de Fidel Castro y del Che Guevara: detrás de esas leyendas hay una historia de guerras y de sangre, y Chávez pudo por suerte asumir el desafío de emprender la transformación de la sociedad, como lo reclamaban hasta los poderosos de todo el continente, recurriendo sólo a los instrumentos de la democracia.

Su única derrota, la del golpe militar que intentó en 1992 contra Carlos Andrés Pérez, se convirtió al final en otra victoria, porque lo salvó de haber llegado al poder, en su impaciencia, por la vía traumática de una ruptura violenta de la institucionalidad.

El cuarto rescate de Hugo Chávez Frías

Hugo Chávez
✆ Allan Macdonald
Luis Britto García

Especial para La Página
1
La muerte es nuestra herencia. Lo único que nos hermana es la despedida. Al irnos dejamos cenizas y quizá algunas obras.
2
Desde la eternidad no hay actos. La obra sobrevive por el consenso que suscita. Nuestra carne se extingue, el pensamiento sobrevive.
3
En vano intentaron sofocar el ideario de la izquierda insurrecta del pasado siglo por vías de exterminio o claudicación. Hugo Rafael Chávez Frías lo resucita en la centuria que amanece; a él lo salva el pueblo de acechanzas cada vez más feroces.
4
El primer rescate arranca el 4 de febrero de 1992. Un grupo de jóvenes oficiales indignados por la