“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

14/11/14

El tiempo se agota

Alguien a quien debería investigarsele es Juan Carlos Escotet, quien de corredor de bolsa  saltó a  magnate bancario
El fraude cambiario continúa, ahora a través de CENCOEX
Gustavo Márquez Marín

En su libro “Corrupción vs Revolución”, José Manuel Hermoso define acertadamente la corrupción como una forma de privatización. En el caso  venezolano, esta  adquiere la forma de apropiación delincuencial de la renta petrolera, que debería utilizarse para atender las necesidades de salud, educación, alimentación, hábitat y en  el  desarrollo socioproductivo del país. Su impacto también se refleja en las deficiencias de los productos y servicios gestionados a través de las contrataciones públicas. Tiene  un alto “costo” que algunos estiman entre 15% y 30%,  que es trasladado a los usuarios y al Estado,  aumentando el precio y bajando la calidad de los bienes de consumo, elevando el gasto público y afectando negativamente la durabilidad y calidad de  las obras públicas.