Ricardo Sánchez
Ángel | Los días 25 y 26 de octubre se realizó la
Convención Nacional de Uribe Centro Democrático, donde se escogió a su
candidato presidencial: el doctor Oscar Iván Zuluaga. Una criatura ungida para
representar en cuerpo ajeno al ex presidente Álvaro Uribe Vélez: el del largo
gobierno, el de los ocho años (2002-2010).Los precandidatos Francisco Santos y
Carlos Holmes fueron sometidos a la molienda en el trapiche de los designios,
de los caprichos, de los cálculos, de los humores del Gran Burundún Burundá,
quien anuncia que está vivo y vuelve reencarnado en la persona de Oscar Iván
Zuluaga.
Fue una convención amañada, con un propósito: el de
suplantar la consulta a la ciudadanía previamente acordada por los
precandidatos y bendecida por Álvaro Uribe. Una convención en que todos, los
Muchos, eran UNO. Una ceremonia de adoratrices de la figura mesiánica que la
televisión y la radio se han encargado de recrear. La política como religión.
Ninguna novedad, los mismos con las mismas. Se trata del Uribato, un fulanismo,
un personalismo,