
A los 94 años, después de publicar sus extraordinarias
memorias (Tiempos interesantes), el gran historiador inglés Eric Hobsbawm –que
dedicó su vida a analizar y explicar la era moderna, desde la Revolución
Francesa hasta los estertores del siglo XX– tenía un libro más por escribir:
Cómo cambiar el mundo. Tras sentirse parte de la generación con la que se
extinguiría el marxismo de la vida política e intelectual de Occidente, las
crisis financieras, la espiral conflictiva del capitalismo y los cambios en América
latina le dieron la alegría de volver a su querido Marx. En el libro, despeja
con su habitual lucidez las malas interpretaciones, archiva los preceptos que
envejecieron y despliega las herramientas que ofrece el autor de El Capital
para entender el mundo en el siglo XXI y hacerlo un lugar mejor.
Fernando Bogado
Imaginen la escena: Eric Hobsbawm, reconocido historiador
inglés de corte marxista, y George Soros, una de las mentes financieras más
importantes del mundo, se encuentran en una cena. Soros, quizá para iniciar la
conversación, quizá con el objetivo de continuar alguna otra, le pregunta a
Hobsbawm qué opina de Marx. Hobsbawm elige dar una respuesta ambigua para
evitar el conflicto, y respondiendo en parte a ese culto a la reflexión antes
que a la confrontación directa que caracteriza sus trabajos. Soros, en cambio,
es concluyente: “Hace 150 años este hombre descubrió algo sobre el capitalismo
que debemos tener en cuenta”.






